A poco tiempo de iniciar un nuevo año escolar, se nos informa sobre la nueva malla curricular 2023, la cual aparentemente trae innovación en su contenido; lo lamentable es que nuestros profesores, por mucho que tengan la mejor predisposición, si aquella no está respaldada con una capacitación adecuada a los maestros, no podrá transmitir a los alumnos el contenido de la manera cabal y correcta. Específicamente me refiero a los nuevos temas que abarcaran en tercero, cuarto y sexto de secundaria sobre leyes bolivianas (las leyes 348 y 243); las mencionadas leyes son peligrosas si no se da el enfoque preciso para estudiarlas. Las personas que estudian leyes —me refiero a los abogados— no pueden ser “todólogas”, y es por eso que existen especialidades, diplomados, maestrías y demás estudios para profundizar, analizar e interpretar la ley en diferentes áreas.
Para dar solo como ejemplo, la ley 348 (Ley Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia), por el título, aparentemente defiende solo y exclusivamente a las mujeres, pero esto no es cierto, pues bajo el principio de equidad de género establecida en el Art. 8 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, la ley 348 puede defender a los hombres también, entonces tenemos que si se da una mala o errónea explicación a los estudiantes tendremos, como actualmente se ve, muchas mujeres que mal utilizan esta ley. En la práctica, por ejemplo, se pueden ver muchos casos de chantajes emocionales, amenazas y denuncias falsas por parte de las mujeres.
La ley 243, también con una interpretación equivocada, hará pensar que solo por el hecho de ser mujer se debe acceder a un cargo político, sin contemplar que la mujer, como el hombre, tiene la inteligencia y las capacidades suficientes como para tener un cargo político por propio esfuerzo y por mérito. Resultaría muy mediocre para la sociedad formar jóvenes mujeres que crean o mal entiendan que el ser mujer da derecho a no tener escrúpulos y denunciar a diestra y siniestra por no conseguir lo que se desea.
Enseñar como temas o materias leyes bolivianas es complejo; no basta con mencionarlas o leerlas: se necesita de una adecuada interpretación para que se pueda ver frutos en el conocimiento y la interpretación de ellas, y también en el entender de los estudiantes. Para que sean transmitidas, en primer lugar, se requiere que los maestros sean capacitados, pues de no ser así, y más allá de generar un desarrollo en el currículo escolar, se creará una desinformación, la cual, en nuestra actual sociedad y con el sistema judicial que tenemos, en nuestro país podría ser devastadora.
No está mal la propuesta de generar mayor conocimiento en la malla curricular. Lo que sí es criticable es que en nuestro país todo se soluciona improvisando y se cree que es “meterle nomás”.
Andrea Cárdenas Rada es abogada y docente universitaria
