Irma Verolín

Estoy aquí

acompañada por mis dos árboles

altos

desgarbados

mientras se desprenden de sus hojas.

Si llega el viento fuerte  

las hojas vuelan como pájaros asustados

entonces yo me acuerdo

de  mi gatito muerto.

Ya nada es como antes,

nada se parece a aquel tiempo

donde brillaba la vida.

Ahora que las edades del mundo

se agotaron 

mis dos árboles

miran sin asombro lo que ocurre.

Ayer descubrieron mi rostro 

del otro lado de la ventana

cuando el aire se eclipsó

y mis ojos temblaron.