Algo habrá que no es de este mundo
El lunes, al salir del banco, encontré una gallina esperando para cruzar la calle. Estaba allí, quietecita, frente a mí, con ese movimiento de cuello espasmódico y gallinil de izquierda a derecha, observando el escaso tráfico de las 9 de la mañana. Una superviviente del holocausto, pensé, que sigue con vida gracias a alguna habilidad […]