Manzanas de caramelo
Irma Verolín No visitaba a mi tía sólo para comer aquellas manzanas, ni siquiera para contemplar de qué modo ella ocultaba el verde agua bajo una íntegra capa de marrón dorado. Iba a su pieza también para escucharla. O tal vez para escucharla nada más. Los sábados, especialmente los sábados, yo aparecía por la […]