Movimiento al salvajismo
La ALP se convirtió en un antro o boliche de mala muerte, donde prima lo más bajo que puede existir en el ahora mal llamado “templo de la democracia”. Parecía verse que ahí adentro estaban una punta de borrachos y prostitutas bajo un elevado grado alcohólico que hicieron trifulca hasta el punto de malograr los bienes muebles que tanta plata costó al pueblo boliviano para la construcción de dicho bien inmueble.