Miguel Sánchez-Ostiz
Cuando de manera impositiva y fundacional te dicen «Vamos a llevarnos bien», están pidiendo que tragues, pero diciéndote con ello que abundan los motivos para llevarse mal.
«Llevarse bien» es sinónimo de dejar que se inmiscuyan alegremente en tu vida privada y te obliguen a un compadreo indeseado.
Secretismo.- De tal cosa acusa el profesional del merdeo a quien quiere llevar una vida privada sin merdeos, sin chácharas logorreicas y sin compadreos… la camaradería y la amistad son otra cosa.
Quien te pregunta «¿Y tú para dónde vas?», en realidad te está echando de su lado, tu compañía les compromete o se sienten por ella agraviados, basta mentir en la respuesta para comprobarlo.
El adulador es un tramposo y los elogios vanos, flor de tahúres… te toman por idiota o por un perro que mueve la cola si le hacen fiestas.
Los espantus del que se cree más listo que nadie y vive del tapete de la trampa resultan repulsivos y todo un aviso… la cortesía y la simpatía son otra cosa.
No te fíes ni de tu sombra y de esta menos que nada.
*** En la imagen, los personajes de la Comedia del Arte de Jacques Callot.
