“Mi encargo en la Defensoría llega a su fin, pero de alguna manera la función se transforma y aportará desde la misma sala de redacción”.
En resguardo de los intereses de los lectores y consumidores de medios y, de paso, la reputación de los mismos, la figura del ombudsman o la Defensoría del Lector, o de audiencias, se fue implementando en medios importantes del mundo en los últimos cien años.
Aunque resulta una figura incómoda o de tensión dentro de la redacción, el objetivo es precisamente apoyar y promover el mejor desempeño del trabajo periodístico que, ante todo, se debe a sus lectores u otra audiencia que debe recibir un flujo de información verificada y equilibrada.
Durante más de 20 meses, tuve a mi cargo la Defensoría del Lector aquí en Perú21 y parte de la tarea usted podía verla en mi columna semanal cada domingo y en la plataforma digital.
En ese tiempo, recibí numerosos mensajes. Muchos eran planteamientos de temas, exposición de dramas y pedidos de ayuda y orientación frente a servicios del Estado y particulares, así como críticas a los columnistas, que desde el inicio no fueron parte de mi mandato, pero fueron reportados a la Dirección.
Mi balance ante esos mensajes es que, aun cuando existen redes sociales a través en las cuales cualquier ciudadano puede expresar lo que desee y compartirlo con todo el mundo, la ciudadanía ve que los medios periodísticos aún tienen capacidad de denuncia, de investigación, pero también de propuesta y de destacar todo aquello que nos hace bien como sociedad. Gracias a los lectores y seguidores de Perú21.
Ha asumido la dirección de Perú21 mi colega Cecilia Valenzuela. En el equipo bajo su dirección habrá una autocrítica constante y canales abiertos de comunicación con los lectores que esta semana serán activados. Mi encargo en la Defensoría llega a su fin, pero de alguna manera la función se transforma y aportará desde la misma sala de redacción.
Cecilia me ha pedido integrar el equipo de editores del diario y, en medio de tiempos difíciles para los diarios alrededor del mundo y de críticas al periodismo, he aceptado la propuesta con entusiasmo. Abrazo los retos como a la vida misma. Y el periodismo en la mía tiene un lugar fundamental.