El anuncio de Carlos D. Mesa se lo puede ver desde distintas perspectivas: a) posicionarse como el candidato alterno de Morales, un centro de gravedad de plataformas ciudadanas. b) El hombre de la indecisiones recurrentes y anti-cruceño funcional al MAS. c) Olvido táctico del discurso de que Morales no puede ser candidato (habla de nuevo tiempo vs. viejo tiempo). d) el ciudadano convertido en actor politico q pide ser el representante del ciudadano/a (la interpela como su base social.) e) la esperanza de esa masa social q nunca voto ni votatará por el MAS f) El candidato de la derecha vende patria.
De aquí en más, el escenario politico-discursivo se hace más intenso con la oficializacion de la candidatura con más probabilidades de arrebatarle el ejercicio del poder al MAS como no ha pasado desde el 2005. La micro- coyuntura octubre- diciembre 2018 no se vuelve más clara pero sí menos opaca. Habrá que esperar las reacciones tácticas verdes y amarillas, pues los azules soñaban con este momento. No sé si vienen nuevos tiempos, lo que sí me atrevo a conjeturar es sobre una probable gobernabilidad complicada (2020-2025) ante la ausencia de un nuevo relato con capacidad de despliegue nacional y enamoramiento por lo menos hasta hoy. Con todo, el 2019 se pinta corto y entretenido a diferencia de los aburridos y predecibles 2014 y 2009
