La vara
Norah Scarpa Filsinger – Argentina
Las mujeres espartanas sacrificaban a sus hijos porque en esa sociedad no debían vivir. En la Amazonía, si nace un niño defectuoso la madre lo entrega al Apaporis, dador de vida y muerte, porque en este mundo no puede sobrevivir.
Perseverante
Rubén García García – México
—Solo muerta saldría contigo, me dijo.
—Y se me hizo…
¿Quiénes son?
J. J. Cameron- Argentina
¡La guerra química ha comenzado! El aire puro que otrora fue nuestra vida, hoy, fenece por la perversión de los hombres poseídos por el mismísimo satanás, pues quién sino él tiene la supremacía infernal para interferir en los actos del hombre, en una dimensión que transmuta los valores del alma en carne pútrida. ¡No hay esperanza! Partimos más de mil y apenas una docena volamos todavía. Yo, Spligthz, poseeré a la reina. Fui el más fuerte de todos los zánganos sobrevivientes de la salvaje fumigación.
Mensaje
Fabiola Morales Gasca – México
Se miró al espejo, no le asustó su propia ausencia. Veía solo ceros y unos parpadeando. Desde hace algunos días se había marchado con el click al enviar el mensaje a esa mujer que lo volvía loco y era tan lejana. Ahora era un mensaje más, extraviado en la red.
“Tecnocídio»
Renato de Mattos Motta – Brasil
Jalando el enchufe, el autómata, se auto-mató.