Expertos de varios países se reunieron en un reciente Foro organizado por la CNC en La Paz para ver las posibilidades de uso de puertos marítimos alternativos a los chilenos para el comercio exterior boliviano, participando representantes gubernamentales, empresariales y autoridades portuarias.
Analizar técnicamente las opciones de superar la dependencia para nuestra gran carga de importación/exportación que usa puertos chilenos frente a los problemas de paros, huelgas, bloqueos, maltrato, costos, etc. que se vienen dando, y el caldeado ánimo que pone nerviosos a muchos por causa de nuestra reivindicación marítima, habría motivado dicho Foro.
La clave para las posibles alternativas tendrá que ver con que el servicio sea bueno, previsible y económico -en otras palabras- competitivo. Las opciones realistas, descartando los saturados puertos brasileros, son: Perú (Pacífico), Argentina y Uruguay (Atlántico). En el primer caso, Matarani se usa cada vez más, y con el Puerto de Ilo ya se han hecho ensayos. En el segundo caso, implicaría un mayor uso de la Hidrovía Paraguay-Paraná.
Ahora, frente a las colosales inversiones para mejorar las condiciones que ofrece el Puerto de Ilo -construcción de una ferrovía de por medio- la opción alternativa de menor costo, a menor tiempo, más segura de realizarse y -sobre todo- en territorio nacional, sería el pleno uso del “corredor de integración” que Bolivia debería estar interesada en catapultar tanto para su comercio exterior cuanto para la integración geoestratégica de los países que concurren sobre esta vía fluvial natural: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Tal concepto lo acuñaron CAINCO e IBCE en 1989 al promover un histórico viaje con representantes de los cinco países para abrir esta vía fluvial que hoy por hoy moviliza ya más de 1,5 millones de ton/año de carga de exportación e importación boliviana.
El contar con puertos propios sobre la cabecera de la Hidrovía -Gravetal, Central Aguirre y Puerto Jennefer, este último con notables características- podría ayudar a desahogar rápidamente el paso por puertos chilenos, empezando por la carga de importación del gobierno boliviano, promoviendo un mayor uso de dicha vía fluvial.
Y, no se trata de no avanzar con Ilo -como tampoco de dilatar más la construcción del ansiado Puerto Busch- ambas cosas se deben hacer, pero, siendo tan evidente el asunto ¿para qué tanto análisis, si la evidencia fáctica dice a gritos que la Hidrovía Paraguay-Paraná es la mejor respuesta?