Homero Carvalho Oliva
Cuando leemos que un libro se titula SIETE SELLOS inmediatamente pensamos en temas esotéricos, suponemos que al abrirlo nos enfrentaremos a conocimientos ocultos y misteriosos de secretos antiguos solo para iniciados. Sin embargo, esta vez nos encontramos ante un libro de historia, cuyo subtítulo es Geopolítica del Chaco Boreal, hasta el inicio de la Guerra del Chaco, escrito por el historiador E. Jorge Abastoflor Frey que decidió elegir también un epígrafe poco menos que arcano: “¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?”. (Apocalipsis, 5:2).
La aviesa intención del autor del libro es ir más allá de las versiones oficiales, esgrimidas tanto por Paraguay como por Bolivia, para justificar la Guerra del Chaco (1932-1935), una contienda que generó todo tipo de especulaciones diplomáticas, posiciones encontradas, así como una amplia gama de manifestaciones artísticas; literatura, música, cine y pintura. La guerra es una herida que nunca cicatriza, pasan los años, los siglos y los milenios y siempre habrá alguien que revele algo nuevo. Eso sucedió, por ejemplo, cuando se descubrió los vestigios de la ciudad de Troya, la memoria de Homero fue invocada inmediatamente. La guerra es el hecho y los seres humanos sus protagonistas, hombres y mujeres somos héroes y villanos. La literatura la ha rescatado desde siempre, nadie se salva de la palabra y esta puede ser cruel o amable para rememorarla.
El leit motivo esgrimido por Abastoflor fue la conferencia de una diplomática paraguaya brindada el año 1994 en la que, según su narrativa, resultaba que los bolivianos éramos “los malos”. Abastoflor pretende, con este libro, dar fin a muchos estraperlos en torno a este tema, porque cree que “es tiempo de la herejía y del final de los “dogmas”, y que cada quien tome la responsabilidad que le corresponde por el desencadenamiento de la Guerra del Chaco”.
El libro, escrito con la prosa ágil y amena que caracteriza a su autor, está dividido en una introducción y trece capítulos en los que va analizando de manera profunda, simbólica y exegética los orígenes de una contienda que aún nos duele, porque la memoria de los caídos está vigente en miles de familias bolivianas y paraguayas.
El Primer sello se refiere al trabajo realizado por las primeras misiones diplomáticas entre ambos países; el Segundo sello nos recuerda a un desconocido Puerto Pacheco; el Tercero nuevas misiones diplomáticas y la mediación uruguaya; el Cuarto la mediación argentina; el Quinto deja al descubierto la muerte del Teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva y sus consecuencias: “Ha caído el quinto sello, sólo deben caer dos sellos más para que se desate el Armagedón”. El Sexto repasa la toma del fortín boliviano “Vanguardia” “¡Es este el momento oportuno, Bolivia debe ir a la guerra!”, arengó el hombre símbolo boliviano y por último el Séptimo sello nos traerá la guerra, el apocalipsis, en este capítulo el autor nos trae, año por año, desde 1921 hasta 1931, los aprestos de la guerra que al final parece inevitable. El libro concluye con un recuento de las misiones diplomáticas enviadas por ambos países desde los inicios del siglo veinte y aquí el lector quedará sorprendido por la información que nos brinda el autor.
Esta obra invita a los lectores a reflexionar acerca de los prolegómenos, los intereses, los cálculos políticos, en fin, acerca de la interacción entre aspiraciones y necesidades humanes generales y formas de vida particulares y, de esta manera, proporciona un paradigma de razonamiento ético que nos hará cuestionarnos la guerra.