Juan Martínez Reyes
Norma Jiménez Chavarría es una escritora chimbotana, quien ha escrito varios textos de narrativa en diversas antologías del Grupo Literario Isla Blanca, entre ellos, figura “La cueva”, un microrrelato publicado en la edición N° 23 de la revista Marea, en cuyo texto, la autora aborda la cosmovisión andina, y a su vez, la violencia del hombre.
Cuando nos referimos a la cosmovisión andina, debemos entender que ello implica las creencias, tradiciones, folclore, en suma, la forma de ver el mundo, pero desde la perspectiva del mundo andino. Así en el microrrelato se lee: “Cuando me capturó la ronda campesina…” Aquí se presenta la ronda campesina, como un grupo de personas, quienes actuando de jueces (valorando lo bueno y lo malo, según sus normas morales) toman decisiones pertinentes, dentro de su comunidad, las cuales son respetadas y acatadas por todos sus miembros.
En el texto, se percibe un elemento ligado al mundo andino, el manejo del lenguaje (quechua) propio de esa comunidad. En la primera oración, señala lo siguiente: “Cuando me capturó la ronda campesina gritaba a una sola voz: jitaricushum, jitaricushum”. El término “jitaricushum” es probablemente una variación de la palabra jitarishum, que significa el destierro de un lugar sin retorno. Podemos deducir que el sujeto capturado, debió cometer alguna falta grave para que la ronda campesina haya tomado esa resolución, es decir, expulsarlo de su comunidad. Esta forma de castigo es una de las más frecuentes dentro del mundo andino, pero existen otras más graves, como la muerte.
En el microrrelato de Jiménez, también se percibe la violencia. En el mismo texto se lee: “Fue así que me llevaron al cerro más lejano y cerraron la entrada de la cueva”. El hombre no solo es desterrado de su comunidad, sino que también es encerrado como un animal dentro de una cueva. La ronda campesina cumple un rol fundamental dentro del mundo andino, ser juez del bien y del mal, pero a veces, sus decisiones pueden ser muy drásticas.
El microrrelato culmina con un final abierto, dejando a libre interpretación del lector, la posibilidad de terminar la historia. Así, la última oración dice: “Han pasado varios días y no sé si esta oscuridad es de vida o si es de muerte”. De ello, podemos inferir que el hombre permanece atrapado en aquella cueva sin ver la luz, y probablemente, muriendo de hambre y de sed.
En conclusión, el microrrelato de Norma Jiménez, explora el mundo andino y para ello se basa en elementos de la tradición o folclore propios de esa comunidad, con la intención de mostrarnos esa realidad que muchos desconocemos. De igual modo, es preciso destacar el manejo de la capacidad de síntesis, el manejo técnico (el final abierto que cierra bien la historia) y el uso del lenguaje quechua (dando mejor atmósfera al texto), que al parecer, la autora conoce muy de cerca. Asimismo, debemos señalar que la literatura nos sirve para abordar diversos temas, como la violencia, que en este microcuento se utiliza como una forma de castigo, para aquellos que no cumplen las normas de su comunidad.
