Maurizio Bagatin
“(…) le fiabe sono vere. Sono (…) una spiegazione generale della vita (…)” – Italo Calvino –
Nubes de Magritte en el cielo. Todo el verde, el tan angustiado verde andino, rodea el ambiente valluno. Membrillos cosechados, pocas guayabas, higos y granadas, el parral de uva que trajo De Gaulle en su visita a Cochabamba, las aceitunas ya en salmuera, hoy coseché los ajíes y el locoto de huerta, quedan unas cuantas naranjas de cascara gruesas y los tomates cherry; mañana con mi hijo, uno cuidando a los perros, el otro llenando la canasta. Un paraíso habitado por diablos. Me falta describirlos con la poesía de Jorge Muzam; sabores y perfumes, aromas y el deje del campo, todos para nuestros incansables sentidos.
Olor a arroz tostado, a chorellana, a chorizo barato…única comida en un zibaldone de pobres, mezcla de amor y arte del sobrevivir, mañana genialidad de muchos. La comida casera, el house food, será el futuro después de la peste, me sugiere Claudio desde una nevada Denver…
Es toda una Spoon River alucinada, la humanidad en cuarentena; día de la Poesía hoy, primavera del hemisferio norte, día del padre antes de ayer, futuro incierto mañana.
“La banalidad del mal en un niño, en JoJo Rabbit, estupenda fábula sobre la inocencia y las afortunadas moralejas que nos sugieren los niños… una poesía de Elsa Morante, la imaginación de Alicia, las oportunidades de todo efecto colateral… mañana en ingenuas evasiones, en la destrucción del paradigma antropocéntrico. Será o no seremos”.
La mermelada de higo ya está enfrascada, los ajíes también, unas pizzas recién humeantes acompaña la tarde lluviosa…mientras noticias inciertas, funestas imágenes del mundo, desde todo el mundo diseñan un medioevo nuevo, donde todo existe y nada hay, y viceversa también. Depende del mañana. Sin populismos e himnos nacionales, sin soberanos y sin programas.
Tal vez, el virus salve el planeta. A nosotros no lo sé.
