Dramáticos sucesos se están dando en Bolivia, y esto aún no ha terminado. Para entender el porqué de lo que pasa es bueno recordar la historia del país, pero no solo la de los últimos 13 años sino -despojados de todo prejuicio- ir más allá, incluso hasta antes de 1825. Veremos entonces que la injusticia, el egoísmo y la corrupción, nos han llevado a cosechar lo sembrado por gobernantes y gobernados.
En este tiempo de conmoción, cuando tanto se habla de Dios y la Biblia, parafrasearé una porción de ella -que si bien iba dirigida a Israel- se aplica también a Bolivia, porque Dios no quiere que nadie se pierda. Escuchemos al Señor:
“Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas (idolatría); y sabrán las naciones que yo soy Jehová, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos (se glorificará). Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país (millones de bolivianos han migrado al exterior).
Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré (descontaminación espiritual). Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne (a quienes reciban a Jesús como Salvador y lo sigan como Señor).
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (conciencia recta). Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre (quitará la maldición de la pobreza). Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones (hará que la producción de alimentos florezca).
Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones (nos dará un corazón sensible). No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor, sabedlo bien (sino por su amor y misericordia).
El día que os limpie de todas vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas (cuando estemos listos, vendrá la reconstrucción)…
Y las naciones que queden en vuestros alrededores sabrán que yo reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba desolado (para Su gloria y honra)”.
Gary Antonio Rodríguez Álvarez es pastor y economista