Homero Carvalho Oliva/ Inmediaciones
Leer la tesis con la que Claudia Cecilia Vaca Flores obtuvo el título de Magister por la Universidad Alberto Hurtado, de Santiago de Chile, me recordó una cita de Martín Heidegger: “El lenguaje es la casa del ser” y fue la confirmación de que se puede realizar un estudio serio del fenómeno de la lectura en nuestra ciudad y elaborar una propuesta real y creativa. La tesis de Claudia se titula Ethos Lector y lleva como subtítulo: Santa Cruz de La Sierra-Bolivia: Lectura y bibliotecas, contrapuntos con Latinoamérica.
La autora, escritora, poeta y ensayista, además de poseer licenciaturas en Filología Hispánica y Relaciones internacionales, que le han permitido elaborar conceptos desde la etimología y articulación léxica, semántica, semiótica, de ambas ciencias sociales y humanas, desde un diálogo semiótico y poético, parte de dos preguntas clave: ¿cómo se construye la identidad cultural desde la lectura, en un contexto de alta migración del campo a la ciudad y del altiplano boliviano hacia Santa Cruz de la sierra, como motor económico de Bolivia, desde los años 80´s hasta la actualidad? y ¿cuál es el valor que tiene la lectura para Santa Cruz, desde los relatos sociohistóricos, en sus habitantes y en sus decisiones políticas?
Bibliotecas y lectores
Para responderlas Claudia investiga el origen de la Casa de la cultura, las bibliotecas y de los centros culturales de barrio, entrevista a algunos de los principales protagonistas culturales de los años setentas y ochentas en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y va enlazando su relación con el presente. No olvida los procesos históricos de recuperación de la democracia y el papel que jugaron algunos de los protagonistas desde la acción directa o las prácticas culturales, como la Fundación de la primera biblioteca barrial en la Estación argentina. Sin embargo, su tesis va más allá: compara las experiencias cruceñas con las de otras ciudades latinoamericanas que se han convertido en contrapesos culturales a las capitales de sus países, entre otras ciudades como Medellín, Concepción, Rosario y Guayaquil.
El objetivo de esta tesis es generar conocimiento y desarrollar el concepto logrado desde las reflexiones de Ética Política y Desarrollo Humano, en torno a la Filología como acceso para articular conceptos y llegar a la conclusión de que la lectura es acto poÉtico y político, que como tal debemos asumirla como hábito diario, ético y estético, que forma parte de la calidad de vida del ciudadano; leer entonces se convierte en un acto creativo por el que podemos tomar decisiones, elegir, que nos da más posibilidades de participación y expresión de voz propia en la sociedad y en la era de la información, en la medida que un individuo se apodera de una lengua, mejora su forma de estar y ser sí mismo en el mundo. Para Claudia “la escuela ha dejado de ser el único lugar de legitimación del saber, pues hay una multiplicidad de saberes que circulan por otros canales y no le piden permiso a la escuela para expandirse socialmente. Esta diversificación y difusión del saber, por fuera de la escuela, es uno de los retos más fuertes que el mundo de la comunicación le plantea al sistema educativo”.
Evidencia que en la sociedad boliviana existe un centralismo educativo y cultural que, sin embargo, puede generar una dinámica sociocultural valiosa en los barrios, con las familias, las juntas vecinales, los colegios y centros culturales. Claudia señala que: “En este sentido, la reflexión sobre la lectura como factor del desarrollo humano y la ética del lector, la evidencia de los desafíos que hay en la cadena del libro y la lectura en c, con focus en Santa Cruz, dará pie a la necesidad de asumir las transformaciones de la biblioteca (en cuanto espacios para la mediación cultural, de construcción identitaria, ciudadana y lectora), del libro (y sus diversos soportes), el lector (en cuanto agente político)”.
Leer como un acto de rebelión
Para Claudia la respuesta a las preguntas de su tesis está en la creación del barrio como un espacio en el que hay que “imaginar, contar historias, tener un espesor simbólico, legendario; sin relatos, – aunque sea una mitología familiar, algunos recuerdos de la vida del individuo-, el mundo permanecería allí, indiferenciado; no nos sería de ninguna ayuda para habitar los lugares en los que vivimos y construimos nuestra morada interior; la cual al final del camino y de todas las construcciones: carreteras, edificios, casas, puentes, cualesquiera el ser humano invente; sostiene nuestro ser, nos permite entender (¨en-tender¨ – puentes entre unos y otros). Es en este sentido que la lectura es un acto poÉtico, porque nos permite fabricarnos, recrearnos, fortalecer nuestra morada interior”; la biblioteca como centro de la comunidad, para reuniones, para jugar, para debates literarios y de cine, para ensayar danzas, para ejercicios de la tercera edad, en fin, la biblioteca como centro del barrio. Leer no solamente nos hará mejores personas, también nos hará libre de compromisos políticos estériles ligados a un caudillo que piense por nosotros. En ese sentido leer es un acto PoÉtico (poesía y ética) y político; hacer de la palabra el hogar, que la palabra convierte a la comunicación en puente para entendernos (en-tender-nos, escribiría Claudia) ya que todos somos habitantes de la misma casa o dicho en las palabras de Claudia: “El libro como Territorio y el lector como Habitante”
El Dr. Esteban Valenzuela Van Treek, tutor de la investigación, acerca de esta tesis afirma que: “Claudia Vaca irrumpe en los estudios de América Latina, para la Filología, la Educación, la Sociología, por su puesto, para la Literatura; con una tesis innovadora, rupturista, interpeladora y poética: valorar las lecturas para hacer posible la utopía (el no lugar) de la fraternidad, la cohesión y la amabilidad. La tesis transfigurada en libro es una investigación bibliográfica, concreta en su propia experiencia de lectora, mediadora de la lectura y gestora cultural con focus en bibliotecas y los lectores, estudiosa de la palabra y la acción en diversas disciplinas y áreas del conocimiento humano, poeta, maestra antes de la maestría. (…) Claudia Vaca, va a inventar su propia academia, no cabe duda; Santa Cruz-Bolivia inventa y recrea, está abierta al mundo en fraternidad con esta embajadora eximia de notable ensayística y poética para reconocer (nos)”, y tiene razón, lo sé porque conozco a Claudia desde hace muchos años y siempre admiré su capacidad de generar propuestas antes que lamentarse, construir antes que criticar, proponer antes que oponer, crear como fundamento del ser humano; debemos sentirnos orgullosos de esta brillante tesis, cuya metodología será presentada en las ciudades del eje de Bolivia buscando que sea implementada, esperemos que las autoridades se hagan eco de esta extraordinaria propuesta.