Márcia Batista Ramos
“Nos despojamos la máscara que nos pusimos para que nos viera la vida que no era nuestra vida” Jorge Teillier
El mundo siempre está en guerra y, aun así, deseamos salir de casa por un café en la Plaza Roja. ¡No sé qué nos pasa! Si allá respiran primavera (entre soldados y misiles) y a nosotros nos corresponde las hojas muertas de un otoño en agonía (en víspera de la devaluación monetaria) que va a mantenernos medio fríos hasta que llegue el invierno.
Salí a la calle y vi que en el muro del frente había un grafiti diciendo “Te Amo”, no pude dejar de pensar en ti, en tu ternurita barata y sólo sabe Dios que, tuve ganas de verte. Pero, no verte a ti. Verte como eras en el tiempo de las máscaras.
Las máscaras fueron inventadas para representar a otros seres (las deidades) y poder simular la relación de lo humano con la divinidad. Pues bien, me gustaba el tiempo del simulacro, cuando podíamos inventariar los asombros.
Ahora, despojados de máscaras, somos muy aburridos porque vamos a la cocina por un café, no deseamos salir de la casa, mientras leemos las noticias de la guerra y de la devaluación; y en los días nublados, nos distraemos con las palabras, en la lucha por recuperar el silencio.
En un ínfimo destello de lucidez, mandé limpiar el grafiti del muro del frente.
