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Carta abierta

Jorge Lizárraga Torrico doctorando de la Universidad Rey Juan Carlos

Excelentísimo señor Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Don, Evo Morales Ayma; El sentido por el cual esta Carta es enviada a usted es para exteriorizarle mi mas profundo respeto por quien fue, cuando menos en el Chapare, dirigente cocalero, como por ser hoy presidente de mi País.

Muchos como yo, que en estos más de 13 años hemos podido ser testigos de una nueva forma de Gobernar y creer en que muchos sueños utópicos, en su momento comenzaron a convertirse en cierta realidad; la economía de bonanza, independientemente de sus circunstancias y oportunidades concedidas, dieron el impulso necesario para acometer ciertos cambios sustanciales y enriquecedores que comenzaron también a ser propios del nuevo Estado Boliviano, pero, ¿a qué costo?

Es también cierto que, a pesar de unos giros inesperados y la conducción de la cosa pública, según las planificaciones y estimaciones, le dieron otra cara a nuestro País, también ocasiono ciertos fraccionamientos de la propia cedula política que vislumbraban, como es siempre usual, las pequeñas rupturas por desavenencias políticas, encontrándonos hoy en la etapa del prorroguismo político, como salida de la supuesta revolución bolivariana.

De ahí que, poco a poco, la angurria del poder, el sentirse poderoso y el creer que siempre uno estará por encima de otros, imponer ideas más que proponer estrategias de desarrollo, hicieron que la corrupción, la burocracia y ante todo el resentimiento generado de unas clases y otras, hagan prevalecer favores personales antes que fortalecer líneas organizacionales e institucionalizar las instituciones, comenzaron a romper con el sueño de que Bolivia somos todos y todos somos Bolivia, sin que ello signifique glorificar a alguien por algo que depende de todos, por lo cual las capacidades también se encuentran dentro de nosotros, y abrir, por más legales que fueran, salidas de represión, continuismo, protección o encubrimiento de la corrupción, supone demostrar una total falta de patriotismo y respeto por los demás.

Sin lugar a dudas, señor presidente, usted ha demostrado liderazgo y compromiso hacia el País, progreso y amor hacia la patria, sin embargo, a mi pesar, hay quienes quieren hacerle creer que sin usted Bolivia se nos muere, y eso debería usted reconocer que no es así, y que usted simplemente ha demostrado ser un boliviano mas que ama a su país y que a toda costa se deben hacer las cosas bien “un bien que asimismo representa hoy solo la imposición de una sola razón-la propia”.

Muchos de quienes lo han acompañado, solo han demostrado figuración, traición, aprovechamiento de la circunstancia e animadversión, a quienes irónicamente los ha premiado con cargos diplomáticos, y otros, los pocos, han demostrado lealtad, compromiso, patriotismo; han sido víctimas de discriminación y castigo en sus más elementales derechos humanos. Es así señor presidente, que independientemente de las elecciones próximas y la candidatura suya a ser nuevamente jefe de Gobierno, deberá pensar en el futuro y en re encaminar la lucha por una patria mejor, y si acaso llegara su continuidad le sugerimos los aparte o se aleje de gente que solo lo usa y no se identifica en sus objetivos de cambio, ya que creen más en su propia individualidad que en su país.

Bolivia, atraviesa un momento crucial de su vida republicana, por primera vez los índices de crecimiento humano y desarrollo social sitúan a nuestro país, como nunca antes se lo apreciaba, en un sitial honroso, paradójicamente a pesar de los más altos índices de corrupción y burocracia existente. Por un determinado tiempo, cada vez más corto, la balanza de pagos, nuestro comercio exterior y el manejo de las divisas, son aún una ventaja.

Bolivia, cuenta en su haber, con ingentes cantidades de riquezas naturales, parques y reservas naturales, paisajes de ensueño, materias primas que, si se las aprovecharan planificadamente, hablaríamos de un proceso industrializador altamente competitivo y mayor al que se informa, porque no, al que podríamos contribuir, si acaso se endereza el proceso de cambio distorsionado por los grupos oligárquicos y transnacionales, las inversiones privadas merecen oportunidades así como el fortalecimiento en las relaciones regionales e internacionales, contamos  con una población de calidad como también calificada como desaprovechada y ausente de capacitaciones y actualizaciones, por lo cual se constituye en un país con oportunidad y capacidad real para transformaciones reales antes que publicitarias altamente costosas.

Somos un país que requiere de un retoque constitucional que elimine lo innecesario y/o derive lo perjudicial al tratamiento de la justicia proba y alimente y potencialice lo precisamente necesario de la constitución vigente, sin manipulaciones ni intromisión entre los poderes del Estado.

Este próximo periodo gubernamental, independientemente el resultado en octubre próximo, deberá encarar un proceso de institucionalización del Estado y por lo cual el llamamiento popular a que se pronuncien sobre el futuro de nuestro país, y quien lidere ese periodo este proceso, sin duda, será el llamado a cambiar los parabienes del país, más por el contrario, quien prorrogue el mandato por simple apetito político o crea que ingresaran para cambiar algo sin tener clara la idea de que y con que, será el llamado a ser el peor mandatario de la historia de Bolivia.

Señor presidente, sin duda se encuentra en una situación difícil y de controvertido futuro, sin embargo, apelamos a que usted asumirá las mejores decisiones para el país, llamara a la modificación constitucional, endurecerá los castigos a los corruptos, convocara y buscara a los mejores aliados para potencializar y desburocratizar al Estado. De continuar con las mismas roscas internas e intereses externos, su régimen de 13 años y la que podría continuar, habrán escrito una historia novelesca que historia política de verdad.

En tanto Jefe de Estado y de Gobierno, usted se encuentra en una situación de reflexión política, y estará en sus manos, hacer efectivo el reconocimiento de su amor al país y la reconstrucción del mismo o bien, será siempre recordado como un hombre más, la decisión es suya digan lo que hagan sus conmilitones.

Finalmente, en representación de muchos que se identifican con esta carta o al menos a mi nombre y sola voz, le exhorto a usted señor presidente a tomar las mejores decisiones para el país, contar con nuevas ideas de desarrollo y una planificación integradora que, haga notar para nosotros mismos y el mundo, de que Bolivia es y puede mantenerse como uno de los mejores países en desarrollo económico, desarrollo social y humano y proporcionar a sus nacionales las mas amplias ventajas para el vivir bien y en armonía.


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