Luis Fernando Romero Torrejón
Muy recientemente la CEPAL ha publicado su informe “La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2024”, donde se hace un reporte muy completo de la inversión extranjera hecha en la región, en sus países y sobre las políticas para atraer inversión de manera eficiente y sostenible. El 2023 la inversión extranjera directa en la región fue de $us. 184.304 millones, un 9,9% menos que del 2022; sin embargo ha representado el 2,8% del PIB regional.
En el caso de Bolivia, la inversión extranjera directa el 2023 fue de 294 millones de dólares, entre las más bajas de la región, representando apenas el 0,2% del total recibido en Latinoamérica y el Caribe. Un dato importante, es que el 2022 la IED en Bolivia solo fue apenas de $us. 6 millones, la más baja en los últimos años. La inversión extranjera desde el 2021 ha caído en un 50%, lo que significa menos recursos para financiar el desarrollo de nuestro país.
Dado el desequilibro crónico fiscal, con escasez de dólares, un tipo de cambio paralelo elevado, presiones inflacionarias, riesgos a una crisis de balanza de pagos, devaluación (oficial) de nuestra moneda, desabastecimiento de carburantes y de otros productos, ya sea por insolvencia o mayores costos, todo esto suma a una bomba molotov que esta cargada con conflictos políticos y sociales que un gobierno fracturado no podrá resolver solo. Esto afectará claramente a nuestro alicaído crecimiento económico, ahuyentando la inversión extranjera y poniendo señales de alerta para los tenedores de nuestra deuda publica inclusive, exigiendo mayores rendimientos (+20%).
JP Morgan lo refleja así, en su informe del 01 de agosto de 2024, donde ubica a Bolivia con 2.151 puntos de RIESGO PAÍS, como la 2da economía del continente menos atractiva para invertir.
Luis Fernando Romero Torrejón, es Presidente del Colegio Departamental de Economistas Tarija