Una experiencia inmersiva
Pablo Cerezal Me costó mucho, tras varios periplos por Ámsterdam, encontrarme en la situación idónea para visitar el Museo Van Gogh, hace ya años, demasiados. Digo me costó porque, efectivamente, mucho he frecuentado la ciudad de los canales feroces, los tulipanes crepitantes y las bicicletas homicidas, pero casi siempre que lo hacía me dejaba llevar por […]