Esas cosas que pasan
Andrés Canedo El hombre, guapo y sombrío, de unos 35 años, había perdido a la mujer que amaba, en un accidente automovilístico, hacía tres años, pero no se había recuperado de ello. Yo, la mujer sensible e intelectual, pero además, bella, era escritora y profesora de literatura y tenía 32 años. Lo había conocido media […]