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Agua: el recurso más preciado de la humanidad

Declarado por la ONU como un derecho humano en 2010, el acceso a agua limpia y saneamiento es esencial para la vida, la salud y la dignidad. Sin embargo, más de 2 000 millones de personas carecen de agua potable segura y casi la mitad del mundo vive sin servicios de saneamiento gestionados de manera segura. El cambio climático, la contaminación y la escasez están llevando este recurso vital al límite. ONU-Agua pide una acción global urgente. Mejorar el acceso al agua, el saneamiento y la higiene podría salvar 1,4 millones de vidas cada año. El agua es vida. Sin ella, no hay futuro.

Un mejor suministro de agua, saneamiento e higiene podrían evitar la muerte diaria de alrededor de 1.000 niños menores de 5 años.

Un mejor acceso al agua está ayudando a crear nuevas posibilidades para las personas en algunas de las comunidades más remotas del mundo. El Objetivo 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU es garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. Foto: UNOPS

Agua

El agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la supervivencia de los seres humanos. El agua también forma parte crucial de la adaptación al cambio climático, y es un decisivo vínculo entre la sociedad y el medioambiente.

El agua es, además, una cuestión de derechos. A medida que crece la población mundial se genera una necesidad creciente de conciliar la competencia entre las demandas comerciales de los recursos hídricos para que las comunidades tengan lo suficiente para satisfacer sus necesidades. Merece la pena destacar que las mujeres y las niñas deben tener acceso a instalaciones de saneamiento limpias que respeten su privacidad para cuidar de su menstruación y para que tengan una maternidad digna y segura.

El desarrollo del ser humano requiere que el agua y los sistemas de saneamiento se lleven a cabo de forma separada. Ambos son vitales para reducir el número de enfermedades y para mejorar la salud, la educación y la productividad económica de las poblaciones.

Los desafíos del agua

  • 2 200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, incluyendo los 115 millones de personas que beben agua de la superficie. (OMS/UNICEF 2023).
  • 3.500 millones de personas todavía carecían de servicios de saneamiento gestionados de forma segura, incluidos 419 millones que practicaban la defecación al aire libre (OMS/UNICEF 2023).
  • Unas mejores condiciones de agua, saneamiento e higiene podrían salvar la vida de 1,4 millones de personas al año (OMS, 2023) y evitaría la muerte diaria de 1.000 niños menores de 5 años (OMS/UNICEF 2023).
  • El 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas (ONU Agua 2018).
  • Alrededor del 10% de la población mundial vive en países con un alto o crítico estado de estrés hídrico, en referencia a la falta de disponibilidad de agua. (FAO/ONU-Agua)
  • Los desastres relacionados con el agua han sido los desastres naturales más predominantes en los últimos 50 años y representan el 70 % de todas las muertes relacionadas con estos eventos catastróficos (Banco Mundial, 2022)
  • El 44% de las aguas residuales domésticas no se tratan adecuadamente, lo que daña los ecosistemas y la salud humana. (OMS)
  • El 72% de todas las extracciones de agua dulce se destinan a la agricultura. (FAO)

El derecho al agua

Uno de los hitos recientes más importantes ha sido el reconocimiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas del derecho humano al agua y al saneamiento en julio de 2010. La Asamblea reconoció el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona y día), segura, aceptable y asequible (el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar), y accesible físicamente (la fuente debe estar a menos de 1.000 metros del hogar y su recogida no debería superar los 30 minutos).

El agua y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 trata de «garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos». Las metas de este objetivo cubren tanto los aspectos del ciclo del agua como los sistemas de saneamiento. Dado que el agua es un elemento crucial en muchas esferas de la vida humana, la consecución de este objetivo contribuirá al progreso de otros ODS, principalmente los relacionados con la salud, la educación, el crecimiento económico y el medio ambiente.

La ONU y el agua

Las Naciones Unidas llevan mucho tiempo abordando una crisis mundial de insuficiente abastecimiento de agua y de creciente demanda para satisfacer las necesidades humanas, comerciales y agrícolas.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua (1977), el Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental (1981-1990), la Conferencia internacional sobre el agua y el medio ambiente (1992) y la  Cumbre para la Tierra (1992) se centraron en este vital recurso. En concreto, el Decenio ayudó a unos 1.300 millones de personas de países en desarrollo a conseguir acceso a agua potable. 

El Decenio Internacional de Acción «Agua para la Vida 2005-2015» contribuyó a que alrededor de 1.300 millones de personas en los países en desarrollo obtuvieran acceso al agua potable e impulsó el progreso en materia de saneamiento como parte del esfuerzo por alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Actualmente, el Decenio Internacional (2018-2028) para la Acción, «Agua para el Desarrollo Sostenible» está contribuyendo a que se preste mayor atención al agua en el periodo final de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023 adoptó la Agenda de Acción sobre el Agua. Un documento que representa los compromisos voluntarios de las naciones y las partes interesadas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus metas relacionadas con el agua.

Los últimos acuerdos clave incluyen la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, la Agenda de Acción de Addis Abeba 2015 sobre la Financiación para el Desarrollo, y el Acuerdo de París 2015 dentro del Marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Agua, saneamiento e higiene

Las aguas contaminadas y la falta de saneamiento básico obstaculizan la erradicación de la pobreza extrema y de las enfermedades en los países más pobres.

En 2022, 2.000 millones de personas no disponían de instalaciones básicas de saneamiento como baños o letrinas; además, 653 millones de personas no tenían ningún tipo de acceso a instalaciones sanitarias. Según la OMS, al menos 1,7 millones de personas en todo el mundo beben agua que puede estar expuesta a la contaminación de las heces. Un número aún mayor consume agua que se distribuye a través de sistemas vulnerables a otros tipos de contaminación. 

Agua no potable y mortalidad infantil

El agua no potable y el saneamiento deficiente son las principales causas de mortalidad infantil. La diarrea infantil -asociada a la escasez de agua, saneamientos inadecuados, aguas contaminadas con agente patógenos de enfermedades infecciosas y falta de higiene- causa la muerte a 1 millón de personas al año. Más del 25% de esas muertes -un total de 273.000- son niños menores de cinco años en su mayoría de países en desarrollo. 

Saneamientos mejorados y beneficios económicos

La relación entre la falta de agua y saneamiento y los objetivos de desarrollo es obvia. Además, solucionar este problema no es solo una obligación, si no que puede ser rentable. Un estudio de la OMS realizado en 2012 muestra que cada dólar invertido se traduce en un beneficio económico de US$5,5. Ese retorno en la inversión beneficia sobre todo a niños pobres y a las comunidades desfavorecidas que más lo necesitan.

 

Celebrando los recursos hídricos

Cada año, se celebran dos días internacionales de la ONU sobre agua y saneamiento: el Día Mundial del Agua (22 de marzo), y el Día Mundial del Retrete (19 de noviembre). Ambas celebraciones van acompañadas de una campaña mundial pública que pretende concienciar sobre los problemas del agua y promover la acción.

A lo largo de los años, el Día Mundial del Agua y el Día Mundial del Retrete se han centrado en diversos temas como la salud, la cultura, el empleo, la alimentación, la energía, los desastres, la paz y muchos más.

En 2026, ambas celebraciones harán campaña sobre el papel vital del agua y el saneamiento en la igualdad de género.

 

Foto principal: UNICEF/UN0301324/Muellenmeister

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