Homero Carvalho Oliva
La lengua de los pájaros, de Gigia Talarico, es un poemario que proyecta, con habilidad excepcional, la esencia de la poesía breve que se caracteriza en condensar emociones, imágenes y metáforas en versos cortos, palabras precisas y sugestivas.
Talarico, con su estilo distintivo, utiliza a veces, apenas dos o tres palabras para insinuar y comprender existencias. Cada poema es un microcosmos, un ritual de la existencia que reverbera sustancialmente en estos tiempos de evidente desequilibrio y caos social. Sus poemas nos reconectan con la naturaleza, con la voz de los pájaros, del viento que repentino nos conmueve y nos sumerge en los ríos invisibles de la vida cotidiana y la memoria. Su poesía fluye con la naturalidad de las brisas del atardecer y el curso de los ríos, hablando del cuerpo y del barrio, de la familia y de las ausencias, de las pérdidas, de la arena de los días, y de los ritmos de la vida, inmersión profunda que crea una simbiosis poética, donde la voz de la poeta y los sonidos del cosmos se entrelazan en una composición contemplativa; sin embargo, la poeta no sólo observa la Creación, es parte integral de ella, es el poema, el agua, el ave y los árboles, lo necesario para llenar el vacíos selectivos de la memoriay fortalecer la fragilidad de la voluntad.
Cada verso de este poemario de hermoso título: La lengua de los pájaros, es “efluvio interior”, aunque simple en apariencia, es intenso y de una latente complejidad emocional, que refleja su propia sensibilidad y percepción del mundo. Esta obra es un refugio poético, un hogar de la memoria y de los márgenes, donde la poeta dialoga con la naturaleza y el entorno social de una manera íntima y evocadora, pero también rebelde. La visión poética de Talarico permite a los lectores explorar los recodos de sus propias almas, la inmanencia de lo cotidiano.
