Factores internos (año electoral, incendios, paro, convulsión social) y factores externos (guerra comercial EEUU-China, baja del crecimiento mundial, devaluaciones, menor demanda del gas boliviano, recesiones y agitación social en la región, resintieron la economía en 2019. “Pese a ello, Bolivia crecerá por encima del 2% -tal vez sea la menor expansión del PIB en 20 años- pero creceremos, y si rompemos los frenos al desarrollo trabajando juntos -sector público y privado- facilitando la inversión, la producción y exportación, si resolvemos el déficit externo, en los próximos años Bolivia podría crecer al 7%”, dijo Pedro Colanzi, Presidente del IBCE, con un envidiable optimismo al momento de proponer un golpe de timón en las políticas públicas, a fin de resolver estos problemas:
Bolivia crece, crece menos: pero tiene todas las condiciones para crecer mucho más, de hecho, entre los años ´50 y ´70 creció 5 veces por encima del 7%
Sube la deuda: Para no prestarse más ¡promover la inversión privada nacional/extranjera!
Sexto año con déficit fiscal: Racionalizar el gasto público y formalizar la economía para aumentar los ingresos.
Inversión Extranjera Directa (IED): La IED Neta mostró una “desinversión” por 34 millones de dólares al primer semestre; urge mejorar el entorno para la inversión.
Quinto año con déficit comercial: Revertirlo con una política de promoción selectiva de exportaciones (agropecuarias, agroindustriales, forestales-madereras, turismo) y una Política de sustitución competitiva de importaciones (biocombustibles, alimentos, manufacturas de madera, etc.).
Reservas Internacionales Netas: Para que suban hay que estimular el ingreso de dólares (exportación) y bajar la salida de dólares (importación).
Tipo de cambio: Para no devaluar, fomentar la productividad/competitividad y bajar costos.
Gobierno de transición: 1) Eliminar restricciones a la inversión, producción y exportación; 2) Pacto Social Productivo gobierno-empresarios-trabajadores, para futuras reformas.
Gobierno 2020-2025: Bajar la presión fiscal (reforma tributaria, disminuir la cantidad y nivel de tributos, aumentar contribuyentes, premiar la formalidad); b) Lucha anticontrabando; c) Forjar una cultura tributaria; d) Continuar megaproyectos de inversión (Hub aéreo en Viru Viru, siderurgia en Mutún, industrialización del litio, etc.); e) Facilitar la inversión, producción y exportación; f) Abrir mercados externos; f) Promoción Comercial Externa; g) Retorno a la “meritocracia” en el sector público.
Gary Antonio Rodríguez Álvarez es Economista