Al momento de escribir estas líneas ya están dando los resultados de las elecciones en Alemania, el partido conservador es la primera fuerza política, seguido por la ultraderecha como la segunda; además, desde el año pasado con la victoria de Milei en Argentina, Melloni en Italia y Trump en los EEUU, se puede visualizar el camino que recorrerá el mundo en las próximas décadas, que al parecer será un giro a la derecha con tendencia al extremo de la misma. De igual forma, se le está dando una nueva denominación porque como Alfredo Jalife lo expresa DERECHA o IZQUIERDA en política ya es obsoleta; propone que la antigua derecha se le debe de nombrar como SOBERANISMO, porque su énfasis reside en resguardar las fronteras, los valores tradicionales y reposicionar a la nación a quien representa, todo lo antes descrito es la hoja de ruta de los soberanistas a la cabeza de Trump.
Partiendo de lo anterior, dependiendo a quién se le pregunte puede ser una catástrofe o una salvación, ya que no es casual que donde se han potenciado la antigua derecha han llegado por medio del voto popular, es decir, los ciudadanos eligen a los mismos gobernantes que pueden complicar aún más la existencia. Ambas visiones políticas han gobernado a lo largo de la historia resurgiendo en la actualidad con nuevas caracteristicas, por ende, se puede denominar como lo propone el geopolítico mexicano en soberanistas (derecha) y los globalitas (izquierda), añadiendo que ambas tendencias manejan dinero, tecnología y poder político en el mundo.
Por último, aún es prematuro ver las consecuencias del cambio de tendencia en el mundo, sin embargo, la migración será más arriesgada ya que los países receptores endurecerán sus políticas en las fronteras, la economía será de capitales y privadas dejando de lado el bienestar de la sociedad en general y no solo del individuo; añadiendo, que con Elon Musk controlando a Trump, los soberanistas llevan la ventaja.
