Al momento de escribir estas líneas, se van conociendo las cifras de las víctimas de los atentados del grupo terrorista Hamas sobre territorio israelí; lo sorprendente es la cantidad de civiles que fueron asesinados sin mediar palabra, luego asombra que el Estado de Israel famoso por ser unos de los países más seguro del mundo, pudo ser tan vulnerable a un ataque terrorista de una organización que no tiene el poderío de todo un Estado-nación; además, un actor indirecto que esta involucrado es Irán, país que se caracteriza por apoyar a grupos armados que vayan en contra de occidente en especial EEUU e Israel. Muchas son las razones para entender estas acciones violentas, así mismo, en la contraofensiva que iniciaron los israelitas por los ataques sufridos, las victimas superan los 300 muertos y cada día crecerá la cifra, al parecer la vida de cada persona no vale nada en comparación con el fanatismo, el sesgo ideológico y la sed de venganza de los involucrados.
De igual forma, mientras se desarrollan la guerra entre Israel y Hamas, sigue el estancamiento en Ucrania contra el invasor ruso, donde día a día mueren jóvenes tanto rusos como ucranianos por el orgullo de Putin, pero también de los grupos de poder en las ventas de armas; resaltando que en Ucrania se están probando nuevos armamentos con alta tecnología; por ende, aunque muchos nos lamentamos ante las guerras antes descritas y aquellas aquí no mencionadas, otras personas la propician para beneficiarse tanto a nivel económico y político parece una contradicción; pero en geopolítica ninguna acción armada ocurre sin un plan que transcienda las fronteras.
Por otro lado, las guerras que se están desarrollando tanto en Ucrania como en Israel están llevando al mundo a una espiral de violencia contenida, porque aun los actores que están involucrados indirectamente no les conviene tener los focos de violencia en sus respectivos territorios; además, el orden mundial se está reorganizando en zonas de influencia geopolítica, es decir, ya no solo EEUU será el más influyente en el mundo; ahora Irán, Arabia Saudita, China, Brasil y la Unión Europea están diseñando sus propias zonas de influencias para contrarrestar la hegemonía que mantenía hace décadas un EEUU que hoy en día se muestra en decadencia.
