Cuando la enfermedad llega a la familia
No es raro (pero tampoco razonable) creer, como con frecuencia ocurre, que las enfermedades —sobre todo las que comprometen la propia vida— son sucesos para verlos desde el balcón y que, en consecuencia, uno mismo —o su entorno afectivo más íntimo— es inmune a ellos. Pero es inevitable que en algún momento de la vida […]