Si bien todos los esfuerzos a nivel mundial están dirigidos a detectar y atender casos de Coronavirus, especialistas alertan que el brote de la enfermedad también está afectando a las personas a nivel psicológico y mental.
Según varios reportes a nivel regional, basados en encuestas y las llamadas a líneas destinadas a la contención emocional o el apoyo psicológico, el Covid-19 está perturbando el bienestar emocional de las personas que se sienten más tristes, más preocupadas y más solas que antes de que se detectara la pandemia.
La mayoría no sabe cómo lidiar con el estrés psicosocial que estamos viviendo a nivel planetario. Entre los trastornos psicológicos más frecuentes se están atendiendo cuadros de depresión, estrés, ansiedad, insomnio, ataques de pánico, ira y miedo extremo, derivados del aislamiento prolongado. Las mismas pueden ser agobiantes y generar emociones mucho más fuertes que de costumbre.
La cuarentena adoptada por la mayoría de los gobiernos del mundo para encarar la pandemia, no está logrando evitar más contagios y muertes. La gente siente muy real la posibilidad de morir o perder a un ser querido, a eso se suma la incertidumbre y la amenaza de un virus desconocido.
En cuanto a la violencia familiar, por el machismo, y la mayor convivencia, se han incrementado las diferentes formas de violencia hacia mujeres, niños y niñas. Al igual que la sobrecarga laboral y de cuidados de las mujeres se han duplicado. En cuanto a la violencia familiar, el año pasado en el país, la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) recibió alrededor de 31.000 llamadas. Esto significa unas 2.580 denuncias por mes. Este año solo durante la cuarentena se recibieron más de 4.000 llamadas, se registraron 9 feminicidios y 46 casos de violencia sexual contra niños y niñas.
Además, como en cualquier brote de una enfermedad infecciosa, las reacciones psicológicas de la población desempeñan un papel fundamental en el control y prevención de la enfermedad. Por otro lado, la preocupación colectiva incluye que para muchas personas quedarse en casa significa no comer y eso significa morir. Más aun en sociedades como la nuestra donde el 80% de la economía es informal y muchas actividades se desarrollan en las calles y la subsistencia depende del día a día.
Ante esta situación, han surgido varias iniciativas para atender la salud mental y psicológica de la ciudadanía. De esa manera, las terapias “online” y la atención telefónica se han convertido en principales alternativas para enfrentar todas estas perturbaciones mentales.
Algunos casos en los que las personas estaban siguiendo un tratamiento psicológico o psiquiátrico, es más complicado por la necesidad de contacto personal. Sin embargo, para los y las pacientes que sufren adicciones de drogas o alcohol, los especialistas están recurriendo a video llamadas por Whatsapp, Skype o Zoom o llamadas a líneas gratuitas.
Tal el caso de la línea gratuita 800 14 4900 que gracias al compromiso del Colegio de Psicólogos y Psicólogas de Bolivia están atendiendo la red de apoyo y escucha solidaria, dando respuesta a la necesidad de contención emocional en cualquier caso de crisis.
Tenemos que dar la cara a la adversidad, mediante la solidaridad, dejando de lado la indiferencia y seguir adelante con compromiso y esperanza y con la seguridad de que saldremos de esta pandemia con una perspectiva más humana.
Elizabeth Salguero Carrillo es comunicadora social.