(elementos para un guion surrealista II)
Márcia Batista Ramos
En una atmosfera densa de tristeza e incertidumbre, gracias a un resto de esperanza, todos esperan un milagro. Mientras los rebeldes que ya se apoderaron de una región al centro del país, fundaron la Republiqueta del Mal, consolidando su guerrilla con la toma de cuarteles, bases militares, aeropuerto y rehenes, en el territorio que creen liberado por su movimiento.
Se escucha el eco de un miedo tembloroso, porque los mismos que tomaron los cuarteles, años atrás, mataron al teniente y a su joven esposa, además de dos sargentos, los cuatro murieron después de haber sido secuestrados, torturados y asesinados. Los victimarios no se cansan de lavarse las manos y se hacen a las víctimas una y otra vez.
Por otro lado, con muchas detonaciones de dinamita por parte de los rebeldes borrachos y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas del Estado, éste último, logró liberar una carretera de vital importancia para el país, seguramente, fue con la ayuda de Todos los Santos, dada la causalidad de la fecha. El transporte pesado, allí varado, tuvo un pequeño alivio para poder avanzar después de diecinueve días de incertidumbre, impotencia y bronca.
Asimismo, los pasajeros que perdieron más de medio mes de sus existencias, porque su derecho de libre tránsito fue coartado, también pudieron moverse para retomar sus vidas. Pero muchos ya no podrán dar el último adiós a un ser querido que partió ya que nadie pudo retrasar un entierro por larguísimos diecinueve días.
Los manifestantes rebeldes, como zombis, en la defensa de acciones que son reprochables – como violación a menores- se creen los únicos con derechos, en ese país donde el sol radiante se apodera de la inmensidad del cielo y tarda en ocultarse detrás de las montañas para dar paso a la noche.
Los rebeldes mienten a quemarropa sin resquemor alguno y se victimizan, frente a una sociedad estupefacta que quiere recuperar su derecho a trabajar, mantener a los suyos y vivir su propia vida. Ellos tratan de provocar la muerte de los ancianos para poder anunciar su propio ascenso. Claro está, que es imposible conseguir un país normal con una política de manicomio.
Mientras, para dar un toque cómico a la tragedia, el líder de los rebeldes -el tipo hibrido que concilia al hombre ambicioso con el hombre ególatra- en una conducta que se caracteriza por la desvergüenza y la falsedad, tuvo un aseso de cinismo y empezó a fingir ignorancia y desconocimiento del idioma español para desmentir sus propias acciones y declaraciones.
Sumado a eso, como suelen cambiar las peticiones diariamente, el líder de los rebeldes entró en huelga de hambre, inicialmente para que cese la represión y se instale de inmediato un diálogo sincero y sin condiciones, luego para que le retiren las demandas penales por violación de menores y otros ilícitos, ahora, dice que su huelga será hasta la liberación de los manifestantes detenidos.
En la Biblia, el Salmo 37:4 dice: «Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón» y antes que los rebeldes lleven al país a su infierno, hay que preguntar a su líder: ¿Qué más pide tu corazón?