Jesús Lazcano D’ León
Dedicado a Susana Vazquez, poeta cotidiana
Entonces, silbando el ave, la brisa, llevando las hojas de los árboles, el paso lento de los ancianos, la pelota que golpea en los pies de los niños y la síncopa ciudadana, amenazante y confusa, despojan los poemas que escribimos en el aire, con la tinta que nos da la voz del viento. Poesía y poesía en lo cotidiano: Caminar sin rumbo, pero con prisa; tomar el café caliente sobre la aurora; observar los elegantes movimientos del ajedrez; el dulce y tentativo aroma del pan recién horneado; las ruedas del auto en la carretera; la risa incontrolable de los amigos; los gemidos fogosos en el oído; y el ritmo de la calle, milagro absoluto. Manuscritos incansables, como las horas de llamadas telefónicas, conversando con la poeta, Susana Vazquez; experta de lo cotidiano, hacedora de poemas casuales, forjadora de historias diarias, escribe los días y las noches. En virtud de sus enseñanzas, con sabiduría y empeño, saldré a cazar al mundo, para que así, mi alma se pierda en las calles, dominado y vencido por azares, la suerte y lo cotidiano.