El intento de golpe o autogolpe de Estado que se produjo en las últimas horas en la ciudad de La Paz, sin duda causó zozobra en la población hasta el punto que mucha gente se dirigió a los mercados, supermercados y cajeros automáticos para abastecerse de alimentos y sacar su dinero a como dé lugar. Aspecto que da a entender que se jugó con la psiquis de las personas.
Hay aspectos que llaman mucho la atención, como por ejemplo de que este intento de golpe o autogolpe de Estado ya fue planificado desde el mes de mayo. Situación que inmediatamente llevan a las siguientes preguntas: ¿el presidente Arce tiene de verdad equipos de inteligencia militar y policial de confianza a nivel interno como externo?, ¿los ministros de Defensa, Edmundo Novillo y de Gobierno, Eduardo del Castillo, no sabían de esta asonada militar?
La principal señal de que fue un intento de autogolpe de Estado fueron las declaraciones que hizo el ex comandante del Ejército, Juan José Zúñiga, quien dijo “el domingo, en el colegio La Salle me reuní con el presidente y me dijo…La situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica. Entonces, le pregunto: ¿Sacamos los blindados? Sacá (le habría respondido el mandatario)”. Más claro agua. Así que por favor no insulten a nuestra inteligencia.
En un golpe de Estado mortal, como estábamos acostumbrados en las épocas de las dictaduras militares de los 60s, 70s y principios de los 80s; lo primero que hubiese sucedido es la detención en el acto del primer mandatario Arce Catacora, del vicepresidente Choquehuanca Céspedes y sus ministras/os de Estado. Aspecto que no ocurrió y donde más bien se vio que el “golpista” y el “golpeado” dialogaron muy democráticamente. Solo hubo insubordinación. Tampoco se clausuro el parlamento, no se silenciaron a los medios de comunicación social y ni se escuchó detonaciones que hagan temblar la plaza Murillo y sus alrededores.
Lo único que dejó este intento de golpe o autogolpe de Estado, es mayor incertidumbre en la población sobre la gestión presidencial, porque los problemas que más afligen a la ciudadanía como la falta de dólares, irregular provisión de combustible, disminución de la producción nacional, alza constante de los artículos de primera necesidad que forman parte de la canasta familiar, falta de trabajo entre otros, todavía se mantienen. Afectando aún más la imagen deteriorada de la gestión presidencial Arce-Choquehuanca.
Los restantes 15 o 17 meses que le queda de gestión al presidente Arce, debe estar enfocado a solucionar la economía del país, es lo que más preocupa a la gente y si es que quiere irse por la puerta grande de palacio de gobierno. En horas pasadas eso demostró la población porque al enterarse de la llegada del golpe o autogolpe de Estado, lo primero que hizo es pensar en abastecerse de alimentos y cuidar su dinero; no dando importancia si estaba en peligro o no el mandato constitucional de Arce y Choquehuanca.
Con lo sucedido, el primer mandatario lo que debe hacer inmediatamente es dar un giro de 180 grados a su gabinete que lo acompaña, si quiere en algo mejorar su imagen y popularidad. Está demostrado que sus ministras/os no lo acompañan en su gestión, más entorpecen la misma a tal punto que le hacen cometer error tras error. No por algo perdió mucha credibilidad y respeto como primera autoridad nacional.
Lo que debe tener claro el gobierno nacional, es que nadie quiere acortar su mandato presidencial ni sacarlo con un golpe de Estado. Más bien todos queremos que acabe su gestión hasta el 8 de noviembre del 2025, eso sí, ni un minuto más. Pero tiene que irse solucionando la grave situación económica por la que atraviesa el país.
Tampoco tienen que pensar en su reelección porque desde noviembre del 2020 tuvieron la gran oportunidad de demostrar de que su modelo económico social comunitario y productivo estaba vigente, la grave crisis económica por la que pasamos actualmente está demostrando todo lo contrario y que el mismo ya está agotado y desgastado.
Del intento del golpe o autogolpe de Estado una gran mayoría del país lo duda, hasta incluso el ex presidente y actual jefe nacional del MAS, Evo Morales. La palabra “golpe” forma parte de la narrativa del propio MAS y del actual gobierno para describir lo que paso después de las elecciones generales del 2019 y para utilizarlo como una cortina de humo y decir con eso quisieron/quieren acortar sus mandatos presidenciales. Lo cual es totalmente falso.