Lo que no se dice

Rosario Quiroga de Urquieta – Bolivia

Él la está observando. La sabe tierna y fresca. Avanza. Él quiere probar una vez nomás el sabor de su primaveral piel.

Lo ve agrandarse.

El quejido primero se estremece, luego lo ahoga la fuerza.

Sueño lúcido

Fernanda Enríquez Villarreal – Colombia

Un día confundí al fantasma y le dije tu nombre, ahora duermo sola todas las noches.

 “El asustador

Luis Miguel Blanco Arias – Cuba

-Buuuh!

-Tonto, también estoy muerta.

Rieron. 

El gen

Rubén García García – México

En su hábitat sintió la presencia de otro ser similar. Aprovechando una contracción y comprobada esa existencia, puso el cordón alrededor de su cuello. Luego de la cesárea sólo uno de los dos lloró.

Libertad

Juan Martínez Reyes – Perú

Después de muchos años de vivir en el infierno, él logró ser feliz, ella, al fin había firmado el divorcio.