Consejo de amigos
Chris Morales – México
Hizo caso y murió a causa de diabetes y no por depresión. Celebraba cada día de vida y con pastel de chocolate, nunca de otro sabor.
Réquiem para una despedida
Estéfani Huiza – Bolivia
Ella quería saber si estaba viva, recurría a la magia y a la brujería, pero estas nada le decían. Un día, el viento le susurró al oído que estaba muerta, no necesitó más señal. Esa tarde leyó los diarios, fue al cine, escuchó a Chopin y bailó bosa nova, cuando llegó la noche volvió a leer los periódicos, lo hizo una y otra vez, por fin entendió que ya no volvería. Y como una mendiga, se conformó con lo poco que sabía de sí misma, la vez que fue feliz en aquel café y ese abrazo que sabía tanto a una despedida.
Noticias policiales
Rodolfo Lobo Molas – Argentina
No fue posible encontrar el arma homicida. Su suicidio había sido un crimen perfecto.
Frankenstein mujer
Carlos Gutiérrez Andrade – Bolivia
Había una vez un científico (¿cuerdo?) que buscaba la mujer perfecta. Entonces la hizo a partir de las partes perfectas de muchas mujeres. La mejor cadera, el mejor cerebro, ojos, etc. Una descarga y listo. Ella habló y el mundo se iluminó. Era perfecta. Solo había un problema. Él no lo era.
Caserío
Claudia Sánchez – Argentina
El anticuario vendía una polaroid del ‘70, poco uso, con propiedades mágicas. Sus fotos revelaban el alma de todo, decía. La vendía con la última caja de rollos del mercado. Me hizo gracia la historia que inventó para deshacerse de la cámara cuyo uso estaba limitado a la cantidad de película disponible. No obstante, el precio era relativamente bajo y la urgencia por conservar la hermosa vista del caserío donde había vivido mi primer amor, frente a mí, terminó de definir la compra.