Libertad
Chris Morales – México
Su marido, para complacerla, le llenó de pájaros la jaula. El ambiente llegó a ser tan aturdidor que mejor optó por abrir la puerta dorada. Vio alejarse por los aires a su cautiva mujer acompañada de sus amigos alados.
Obsesión
Gabriel Ramos – México
Tengo fama de cuidar mis libros. No los presto, pero con Martín hice una excepción, se llevó uno que me devolvió sucio y sin forro. Unos días después, insistió que le prestara “Las 48 leyes del poder”. Lo regresó lleno de grasa y sin varias hojas. Le tuve que aplicar la 42: Muerto el perro, se acabó la rabia.
Feliz año nuevo
Patricia Nasello – Argentina
Los globos son blancos puesto que, según la costumbre, representan
pureza. Los inflan con helio, los atan a los pequeños según lo acordado y
luego cortan amarras. El espectáculo es sobrecogedor: centenares de niños
perdiéndose en el cielo.
Por fin, una Noche Vieja diferente.
No solo de pan vive el hombre…–
Camilo Montecinos Guerra – Chile
Ustedes son los escogidos, afirmó el líder. Ustedes no están aquí por voluntad propia, sino que fueron sacados del mundo para convertirse en mejores personas. Se escuchan aplausos. Dios los transformó en algo que no eran, cambió su alimento carnal por delicias espirituales para su deleite. Más aplausos. ¡Coman de la palabra de Dios!
Los aplausos aumentan, el público estalla y todos los fieles se abalanzan contra el hombre, deseosos de probar la carne divina.
Despertar
Estéfani Huiza Fernández – Bolivia
Ella era silenciosa en todo. Tomaba su café en las mañanas, sin el glu, glu, glu habitual. Escribía con total cuidado, para no causar incomodidad, reía sin la risa estrepitosa de muchas jovencitas de su edad. Recortaba las flores del jardín, sin causar revuelo entre las hojas y si se pinchaba un dedo con alguna espina, sólo se sonrojaba. Vivía en un silencio casi sepulcral. Quizá por ello todos habían olvidado que existía, pero una noche oyó el sonido de un piano, entonces abrió la boca y jamás, nadie la volvió a callar.