Irma Verolín
Me despido de esta taza de café
círculo negro allá en el fondo
bordeado por la línea blanca de la boca
la gran boca que la taza tiene.
Después que mis labios y la boca de la taza se rozaron
quedó ese círculo negro.
Visto desde arriba
desde el lugar del que miran los dioses
o los cineastas norteamericanos que panean
sus fantásticas ciudades
el círculo se ve inofensivo.
Mi boca al beber
dejó un círculo negro sobre la mesa
mi mesa de todos los días
mi mesa de madera clara
que conoce el peso de mis brazos
a la perfección
mi mesa repleta de libros
siempre
ha sido agujereada por el círculo negro
que esta mañana brotó
mágicamente
de mi boca.