Homero Carvalho Oliva
Hace menos de un año, con el propósito de difundir la obra de escritores nacionales de todos los tiempos, desde los narradores y poetas clásicos a los contemporáneos, iniciamos con Jorge Larrea Mendieta, Mirna Echave y la Revista Inmediaciones un proyecto titulado “Letras bolivianas”. La idea era la de publicar un autor por semana y difundir su obra por las redes sociales.
Desde que se inició la cuarentena decidimos, en un esfuerzo conjunto, publicar uno cada día; Jorge gestiona la página y sube a nuestra página los textos que le envío, que en algunos casos los solicito directamente de sus autores y en otros, cuando se trata de escritores ya fallecidos o difíciles de contactar, busco en la Web hasta dar con poemas y cuentos suyos, luego redacto la biografía y consigo una fotografía. Un trabajo que me ocupa buena parte del día.
Ya hemos publicado poemas y cuentos de casi noventa escritores bolivianos, en muchos casos rescatamos escritores olvidados o desconocidos, lo seguiremos haciendo porque los lectores han respondido con mucha gratitud y asombro ante los textos divulgados, ya sabemos que existen textos para determinados lectores y lectores para determinados textos. Empezamos la página virtual con la grande Adela Zamudio y seguimos con autores canónico como Óscar Cerruto, Ricardo Jaimes Freyre, Franz Tamayo, Yolanda Bedregal, Edmundo Camargo, Alfredo Flores, Néstor Taboada Terán, Jesús Urzagasti, Ambrosio García, Raúl Otero Reiche, Walter Montenegro, Roberto Echazú Navajas, Blanca Wiethüchter, Jorge Suárez, María Virginia Estenssoro, Gonzalo Vásquez Méndez, Augusto Guzmán, Jaime Saenz, Hernando Sanabria Fernández, Gastón Suárez, y otros cuya influencia en la literatura nacional es definitiva; luego seguimos con autores contemporáneos ya consagrados intercalando las publicaciones con los más jóvenes, cuya lista es numerosa.
La gran acogida que “Letras bolivianas” ha generado en el público de las redes sociales, los comentarios acerca de los textos que compartirnos son muy halagadores para sus autores, especialmente para los jóvenes que necesitan de ese apoyo moral para seguir en este oficio; aunque debemos reconocer que los odiadores o “haters” virtuales no descansan ni en tiempo de pandemia, tal vez porque son verdadero virus social de las redes. Son como los perros del hortelano, no hacen nada útil ni por ellos mismos. Nosotros seguiremos en esta noble tarea de publicar a nuestros escritores para difundir y promocionar sus obras.
