Iván Jesús Castro Aruzamen
In memoriam Senpai
A fuerza de pico y pala
desde el nublado amanecer
devastado por tu ausencia
abrí las entrañas a la tierra
El patio donde nos sentamos
en esos días y horas más aciagos
a saborear el sol y las naranjas del Fuerte
porque queríamos ser inmortales
como dioses del olimpo en el
Jardín de las Hespérides,
el polvo será tu morada de paso
antes de tu estadía última
en el Topus Uranus de Platón
Recordé al viejo ateniense, decía,
las ideas son eternas e imperecederas
y que todas las cosas y los entes han sido
modelados según a su diseño original, la idea,
así Senpi junto a Felipa, tu madre,
son ya inmutables
Fue hace más de una década
en la calle donde te vi caía la noche
y aunque eras sólo un cacharro
junto a tu hermana Alfa
nos miramos y en un amén
éramos el uno para el otro
Amigo mío todavía me calentará
los pies con su panza rosa tu sister