Ni la montaña más alta del mundo las detendrá. Las cholitas escaladoras trabajan por la reactivación turística en la ciudad de La Paz y de manera paralela iniciaron su preparación para escalar los 8.849 metros sobre el nivel del mar del Everest, la montaña más alta del planeta ubicada en el continente asiático.
La Asociación de Cholitas Escaladoras que se conformó el 2 de diciembre de 2015 estuvo inactiva un año y ocho meses, primero por los conflictos políticos de noviembre de 2019 y, segundo, por la pandemia. Ambos factores impidieron el desarrollo de sus actividades de guías de montaña a los turistas extranjeros que dejaron de venir a Bolivia y a La Paz.
“La pandemia nos ha perjudicado y desde 2019 cuando hubo conflictos del gobierno, del expresidente (Evo Morales), nos ha perjudicado mucho. Desde ahí se ha cortado nuestro trabajo”, dijo Elena Quispe, una de las fundadoras de esta asociación.
Ante esta situación, las cholitas optaron por elaborar tejidos en lana de alpaca y comercializarlas en diferentes ferias artesanales. “Estamos dedicando a hacer artesanías para sobrevivir. Yo hago guantes de alpaca”, dijo Domitila Alaña, otra de las fundadoras de esta asociación.
Desde marzo de 2020, cuando comenzó la primera ola de la pandemia e incluso este año, las cholitas no pudieron trabajar ya que las fronteras de Bolivia fueron cerradas y aún existen restricciones. A ello se suma que al menos 100 países del mundo retomaron el cierre de sus fronteras este 2021, ante las variantes de la pandemia.
Sin embargo, tras registrase el pico alto de los contagios de la Covid-19 durante la tercera ola en La Paz y ante la desescalada de los casos en este julio, la Alcaldía realizó algunas actividades turísticas para reactivar el sector y las actividades de esta asociación.
En días pasados fue inaugurada una sucursal de Infotur, en inmediaciones de la plaza del Estudiante, con varios ambientes para la exposición de artesanías, brindar información de viajes, descanso de turistas extranjeros.
También se efectuó el festival Mallasa Rock, el 11 de julio, para promover el rappel (descenso en cuerda), caminatas, la exposición de artesanías, la venta de comida sana y la escalada en roca, y que formó parte de todo “un plan de reactivación turística”, dijo entonces el alcalde Iván Arias.
En ambas actividades, las cholitas tuvieron una participación notoria con la exposición y venta de sus artesanías y también en la escalada de roca en la zona de Amor de Dios de Mallasa.
“Fomentamos la capacitación en el área turística de atención al cliente, en la promoción y difusión de sus actividades. También realizan el turismo de aventura no solo en roca en Aranjuez, sino también en el (nevado) Huayna Potosí como guías de alta montaña y trekking (excursión a escenarios naturales)”, dijo a su turno el director de la Agencia Municipal de Turismo, Javier Vera sobre el apoyo que se brinda a esta asociación.
Como parte de ese apoyo, las cholitas se encargaron de promocionar su actividad en el Mallasa Rock. Equipadas con los aparatos necesarios enseñaron a varias personas, incluido el alcalde Arias a escalar. La actividad se efectuó en uno de los frentes del peñón de la zona Amor de Dios que tiene una altura de 15 metros. “Al contar con estas señoras yo me siento seguro”, dijo el burgomaestre después del descenso.
Otras personas también destacaron la experticia de estas mujeres de pollera. “Me encantó. Las cholitas son unas crack”, dijo Albert, un turista español de 21 años que también escaló esa roca.
Antes de la pandemia, la Alcaldía de La Paz también capacitó a 15 cholitas escaladoras en guiaje, protocolos de atención de emergencias en alta montaña, empoderamiento y emprendedurismo, por lo que fueron reconocidas como guías de montaña a nivel nacional.
Este fue un logro importante para estas mujeres, ya que les permitió conformar la Asociación de Cholitas Escaladoras y dejar el trabajo como porteadoras (cargar mochilas), llameras (llevar equipaje en las llamas) y cocineras de los turistas extranjeros que escalaban las montañas de La Paz.
Domitila Alaña contó que la inquietud de llegar a la cima de la montaña se remonta al año 2004, antes de conformar su asociación. En ese año un grupo de cholitas subieron por primera vez la montaña Huayna Potosí, que se encuentra a 6.090 msnm en el departamento de La Paz. “El Huayna Potosí ha sido mi primera escalada. La segunda ha sido al Illimani (6.460 msnm)”, recordó.
Esta cholita con 30 años de experiencia también junto a otras de sus compañeras, continuaron la aventura y escalaron dos volcanes que encuentran en la frontera de Bolivia y Chile. Se trata del Acotango (6.052 msnm) y Parinacota (4.600 msnm).
Otro de los logros fue haber escalado la montaña Tomarapi, ubicada en el centro del Parque Nacional Sajama a 4.300 msnm Aconcagua que está a 6.961 msnm y ubicada en el oeste Argentina.
El próximo reto de la cholitas, dijeron, es escalar el monte Everest, que se encuentra a 8.849 metros de altitud, en la cordillera del Himallaya del continente asiático, y que marca la frontera entre China y Nepal.
Elena Quispe afirmó que cinco de las 15 integrantes de la asociación serán elegidas para este nuevo desafío y que se prevé ejecutar en 2023. Por ello, anunciaron que desde el próximo año, todas comenzarán su preparación, trotarán, escalarán y se alimentarán adecuadamente.
“Espero que podamos ir cinco cholitas. Vamos a ver quién está capacitada físicamente, ya que a las personas mayores les puede afectar la altura. Vamos a planificar”, agregó Quispe.
Para ellas, las polleras no son un impedimento para trepar las montañas. La vestimenta más bien promovió que se conviertan en un símbolo paceño y boliviano. “Con ellas estamos trabajando codo a codo porque son la imagen y emblema paceño”, remarcó Vera, a tiempo de anunciar que la agencia Municipal de Turismo tiene planificado realizar varias actividades con la Asociación de Cholitas Escaladoras.