Agradecemos a W. Kaliman por su discurso en ocasión del 194 aniversario de las Fuerzas Armadas (FFAA). Su mensaje fue inspirador, tanto como el legendario héroe de radionovela mexicano cuyo mismo nombre evocamos. Con la sinceridad de un convencido, Kaliman, ratificó el alineamiento nacionalista, anticolonialista y antiimperialista de las FFAA. Advirtió a opositores que no permitirá que sus “gratuitos detractores antinacionalistas y antipatria” propongan cambios institucionales “con oscuras intenciones” Las críticas arreciaron.
Civiles y militares pasivos condenaron el servilismo y la falta de dignidad de la cúpula militar frente al “Gobierno de turno” y a su candidato inconstitucional. El presidente reavivó la consigna guevarista “Patria o muerte ¡Venceremos!” impuesta a las FFAA y les ofreció más protagonismo en los directorios de empresas estratégicas del Estado entre otras canonjías.
Vulneraron impune y flagrantemente las normas reglamentarias electorales, que prohíben la promoción de candidaturas y ofertas de campaña en actos gubernamentales, así como la referencia a las fuerzas políticas participantes en el proceso electoral. Sus mensajes no cayeron en saco roto, despejaron dudas.
El Evismo intenta emular el modelo cívico militar del régimen venezolano. Acusa al imperio norteamericano por explotar a los pueblos, sembrando dolor y muerte. Evoca los años 90 cuando su dominio unilateral y abusivo era evidente, anticipa el contraataque pretextando la tóxica influencia cubana y rusa en su “patio trasero”.
Lo cierto, es que pese a Trump, EEUU ya no es el mismo. Se idealiza la influencia de la isla e ignora otras injerencias. Elizabet Burgos, intelectual y ex militante del castrismo, ya nos advertía que “ahí, donde han estado los cubanos, todo termina en tragedia” Venezuela fue cabecera de playa para asegurar la paciente estrategia de penetración y adoctrinamiento cubano.
En Bolivia, la injerencia del bloque cubano-ruso se da en un entorno económico distinto al venezolano dada la sensación térmica de progreso económico social artificialmente mantenido.
Los hechos la validan, menciono algunos: primero, la creación de la Escuela Antiimperialista de los Pueblos y de las FFAA de Warnes, puntal de la formación militar en la región; segundo, la polémica presencia del “taliban cubano”, dando cursos sobre seguridad “antiimperialista” a la seguridad presidencial en Bolivia; tercero, la participación y anuncio del desfile armado de organizaciones afines al MAS en el 192 aniversario de la FFAA en Omasuyos, extremo que al final no se produjo con armas; cuarto, la distorsión, ideologización y favoritismo político sindical del programa de inclusión e interculturalidad de las FFAA; quinto, corrupción, prebendalismo y armamentismo incrementados. Dicho esto, pregunto ¿Quedó en papel mojado la vocación pacifista proclamada por la Constitución?