En gran parte del mundo se celebra cada 1º de Mayo el Día del Trabajo, ese día se habla del sacrificio del trabajador, de las reivindicaciones sociales, de sus luchas históricas, pero…¿para cuándo el homenaje al generador del empleo?
Pongamos las cosas en su lugar: ¿Quién tiene la visión para hacer negocios? El empresario. ¿Quién arriesga su capital, su patrimonio familiar o saca un crédito para generar un emprendimiento? El empresario. ¿Quién organiza la producción de los bienes y servicios que consumimos? El empresario. ¿Quién se preocupa de abastecer el mercado? El empresario. ¿Quién planifica para exportar los excedentes y lograr divisas para el país? El empresario. ¿Quién ayuda al crecimiento y a la estabilidad económica del país? El empresario. ¿Quién paga impuestos para que el Estado pueda financiar su política social? El empresario. ¿Quién genera fuentes de empleo? El empresario. ¿Quién aporta a la seguridad social de sus contratados? El empresario. ¿Quién contribuye a nuestro bienestar? ¡El empresario!
Para algunos lo dicho podrá parecer una apología pero -no señores- es tan solo un pálido reconocimiento a la labor empresarial, o…¿solo los trabajadores aportan con el desgaste de su energía sicofísica y el empresario no, porque es una máquina o un robot? ¡Cuántas veces el empresario trabaja más horas que el más diligente trabajador, hasta perder la salud! Doy fe de ello…
Siempre se escucha que sin trabajadores, no hay empresa, pero yo respondo que sin empresa, no hay trabajadores, y el día que éstos se organicen para hacer su empresa, entonces se convertirán en empresarios y…¡ahí quisiera ver a los bravucones, a la hora de plantear sus petitorios!
Haciendo una analogía un tanto grotesca: muchos creen que su esfuerzo es el que determina su éxito, ignorando que ello proviene de Dios; igualito pasa con los dirigentes de los trabajadores, que afrentan al empresario aunque viven de él.
En justicia, debe llegar el momento cuando entendamos que más allá del propietario o capitalista; del gerente, administrador o emprendedor; es el empresario quien asume el riesgo por cuenta del jefe de hogar para que éste lleve el pan a su familia (gracias a ello hay tantos trabajadores).
Y así como el trabajador tiene responsabilidades como padre, hijo o hermano, igual el empresario que -como un ser humano- se cansa, se alegra, sufre y llora también. No por nada dijo sabiamente el ex Presidente del BCB, Lic. Armando Méndez, que si hay un gran servidor social…¡es el empresario!