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El eje imperialista: Sionismo genocida, OTAN expansionista y la guerra neocolonial contra Irán en la lucha por la liberación de los pueblos oprimidos

Alex A. Chamán Portugal

La guerra actual del régimen sionista y genocida de Israel contra Irán no es un evento aislado, sino la expresión más reciente de un proyecto expansionista que, desde hace siglos, busca someter a las naciones oprimidas. Con el respaldo político y militar del perverso imperialismo estadounidense, la complicidad política de la vasalla Unión Europea y el apoyo logístico de la siniestra OTAN, Israel ha operado como un Estado genocida y expansionista, perpetuando masacres en Palestina, Líbano, Siria y Yemen. Este ensayo analiza la agresión contra Irán como parte de una estrategia neocolonial, donde la OTAN actúa como brazo armado del capitalismo decadente de Estados Unidos en alianza con la mayor parte de Europa para garantizar la dominación geopolítica. Este eje de poder —integrado por el sionismo criminal, el genocida imperialismo estadounidense y la terrorista alianza atlántica— sostiene un sistema de violencia estructural que solamente puede ser derrotado mediante la resistencia organizada de los pueblos oprimidos.

 

1. Israel es un enclave colonial y herramienta del imperialismo

La fundación de Israel en 1948 implicó la cruel expulsión colonial de más de 750,000 palestinos (Nakba), un crimen que prosigue hoy con la ocupación, destrucción y masacres contra Gaza y Cisjordania, calificado por la ONU como apartheid (ESCWA, 2017). La doctrina militar del sionismo terrorista se basa en la «disuasión por terror» (Chomsky, 2002), constantes bombardeos y aniquilaciones civiles en Líbano, asesinando impunemente científicos en Irán, atacando infraestructuras civiles en Siria hasta ocupar vastos territorios y destruís infraestructura estratégica en Yemen. Israel no es un Estado «democrático», sino un proxy de EE.UU. y la OTAN en el denominado Medio Oriente, cuyo objetivo es fragmentar la región para controlar sus recursos (Petras, 2015). El régimen sionista israelí es un enclave del imperialismo yanqui y sus socios.

No debe pasarse por alto que Israel recibe un respaldo crucial de Estados Unidos, consistente en aproximadamente 4,000 millones de dólares anuales en asistencia militar. Además, este país, responsable de innumerables actos de violencia y opresión a nivel global, ha vetado más de 50 resoluciones de la ONU que condenan los crímenes cometidos por el régimen sionista, garantizando así su impunidad en el escenario internacional.

2. EE.UU., la OTAN y la UE son los arquitectos de la impunidad sionista

La OTAN, creada en 1949 para «defender Europa», ha sido instrumentalizada por EE.UU. para guerras de agresión, neocolonización, imposición de gobiernos lacayos y apropiación de recursos naturales (Yugoslavia, Irak, Libia, Siria, etc.). En el caso de la entidad terrorista de Israel, proporciona cobertura estratégica:

  • Base de operaciones: Las instalaciones de la OTAN en Turquía y el Mediterráneo oriental se usan para monitorear y amenazar a Irán (Ramonet, 2019).
  • Guerra híbrida: La Alianza respalda ciberataques y sabotajes contra infraestructura iraní.

La vasalla Unión Europea, mientras tanto, es cómplice al:

  • Francia, Alemania e Inglaterra venden armas a Israel y suministran apoyo de inteligencia de última generación.
  • Criminalizar la solidaridad de los pueblos del mundo con Palestina bajo acusaciones falsas de «antisemitismo».

3. La guerra contra Irán: Agresión premeditada y el rol de la OTAN

Israel genocida inició esta fase del conflicto con:

  • Asesinatos selectivos: Eliminación de científicos nucleares y altos mandos militares, así como, destrucción de infraestructura estratégica.
  • Ataques a soberanía iraní: Bombardeo a la embajada en Damasco (abril 2024), un acto de guerra según la Convención de Viena.

La OTAN imperialista facilita estas agresiones mediante:

  1. Inteligencia compartida: Sistemas integral de espionaje como Echelon rastrean movimientos iraníes.
  2. Presión militar: Ejercicios conjuntos con Israel simulan invasiones a territorio iraní.

4. La resistencia antiimperialista y el fracaso del proyecto sionista

Frente a esta guerra, Irán y sus aliados (Hezbolá, Hutíes, resistencia palestina) encarnan la defensa de la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos. Como enseñó Franz Fanon (1961), «la violencia del colonizador solo se rompe con la liberación organizada». Ejemplos históricos lo demuestran:

  • La derrota del cruel imperialismo yanqui en Vietnam, Corea, Cuba, etc.
  • La derrota y retirada sionista del Líbano en 2000.

La solidaridad internacionalista de las naciones oprimidas, pueblos del mundo y proletariado es clave: desde las protestas en Europa y Estados Unidos hasta las milicias populares en Yemen, los pueblos están derribando la funesta narrativa imperialista que justifica sus perversidades, la del sionismo genocida y sus vasallos de Europa.

Conclusión

La guerra contra Irán, orquestada por el régimen sionista de Israel con el respaldo de Estados Unidos, la Unión Europea y la maquinaria bélica de la OTAN, refleja la agonía del capitalismo decadente en su fase terminal: el imperialismo. Este sistema, sumido en crisis económicas, guerras de rapiña y contradicciones insuperables, desata genocidios para perpetuar su dominio, pero los pueblos oprimidos —desde Palestina hasta Irán, Yemen y más allá— resisten con una lucha que trasciende la liberación nacional y se convierte en un combate frontal contra la barbarie colonial. Cada trinchera defendida, cada consigna revolucionaria, forja la conciencia de clase que anuncia el ocaso del viejo orden. Como enseñaron Marx y Lenin, el imperialismo es el último suspiro de un sistema moribundo; su derrota allana el camino hacia el socialismo científico, la antesala de una sociedad comunista donde la explotación, el colonialismo y la opresión serán reliquias de un pasado superado.

Denunciar a Israel, la OTAN y el imperialismo estadounidense no basta: urge construir alternativas revolucionarias que desmantelen este sistema de dominación genocida. La resistencia de los pueblos, encarnada en la solidaridad de los oprimidos, es el faro que ilumina el horizonte de un mundo de justicia, igualdad y libertad plena. Que este ensayo sea un grito de combate para quienes, en las calles y las trincheras, luchan por un futuro descolonizado, donde los pueblos, libres de las cadenas del capital, construyan su destino en soberanía. ¡Socialismo o barbarie!

Referencias

  • Chomsky, N. (2002). Piratas y emperadores. Ediciones B.
  • ESCWA. (2017). Prácticas israelíes hacia el pueblo palestino y la cuestión del apartheid. Naciones Unidas.
  • Fanon, F. (1961). Los condenados de la tierra. Fondo de Cultura Económica.
  • Petras, J. (2015). El imperialismo en el siglo XXI. Editorial Revolución.
  • Ramonet, I. (2019). El imperio de la vigilancia. Debate.
  • SIPRI. (2024). Base de datos de transferencias de armas. https://www.sipri.org
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