Carmen Sandoval Landívar
La película Barbie ha desatado fuertes polémicas en las redes sociales, así como en los medios de comunicación tradicionales; sin embargo, es importante aceptar la importancia de la llegada de esta muñeca al mercado mundial, en una época de Guerra Fría y cambios muy importantes a nivel global.
Barbie se convirtió en ícono cultural desde que su creadora, la visionaria Ruth Handler lanzara al mercado la primera muñeca, figura emblemática que ha trascendido fronteras, generaciones y culturas, dejando una huella imborrable en la sociedad moderna.
Es que Barbie no es un simple juguete, sino que se ha convertido en una poderosa influencia cultural, moldeando actitudes, aspiraciones y perspectiva de millones de personas en el mundo, ha evolucionado a lo largo de los años, reflejando los cambios y estereotipos, promoviendo la inclusión en la diversidad. De igual manera, el impacto de Barbie llegó a la moda, la publicidad y entretenimiento, pero lo más importante: cómo ha inspirado a las personas de todas las edades a soñar en grande, perseguir y alcanzar sus metas.
No debemos olvidar el contexto histórico en el cual, mediante los movimientos feministas de la época se comenzaron a embanderar los derechos de las mujeres en busca de igualdad, equidad y, sobre todo un trato humano, donde se le reconozcan sus derechos y donde las mujeres se incorporaban como ciudadanas plenas en una sociedad que hasta ese momento la mantenía dependiente y sojuzgada.
Nuestras madres y abuelas venían de un mundo patriarcal que no les permitía, salvo algunas excepciones, convertir sus sueños y aspiraciones en realidad, por eso nos enseñaron que las mujeres somos fuertes, podemos lograr lo que nos proponemos y podemos ser lo que queramos ser , como individuo, sin necesidad de ser validadas por estereotipos patriarcales. “Estudia, mi hija, decían, así no necesitarás de nadie para realizarte y vivir, no necesitarás sufrir violencia de ningún tipo porque serás autosuficiente”. Esas, nuestras mujeres que participaron de una forma u otra en la Guerra del Chaco, la Revolución del 52 y que forjaron el camino para que nosotras vivamos en un mundo sin discriminación con inclusión en equidad e igualdad de hombres y mujeres. Esa fue la gran revolución del siglo XX: “Soy lo que quiero ser, porque soy una Barbie girl”.
Si bien yo tenía todo tipo de muñecas, nunca voy a olvidar el día que me regalaron mi primera muñeca Barbie, fue algo maravilloso, era una muñeca que reflejaba a una chica y podía ponerle ropas como las que me gustaría usar, algunas veces mi mami me compraba las ropas, que venía con su complemento y otras veces junto con ella le hacíamos vestidos. Poco a poco la familia Barbie creció entre mis juguetes: Ken, el amigo; Francie, la amiga, Skipper, la hermana y Alan, el amigo de Barbie.
La película trata de contar o que sucedió con la colección de Barbie, porque después se sumaron otros personajes de diferente origen étnico y de diferentes edades. También se lanzaron las Barbies con vestidos representativos de los países del mundo, colecciones de moda y vestuario de obras de teatro y películas, pero creo que la más importante fue la colección de Barbie profesional y Barbie inclusiva. Pasaron los años y guardé mis Barbies, las atesoré junto a recuerdos maravillosos de mi infancia y se las entregué con todo cariño a mi hija Carmen Lucía, a quien le gustaron tanto como a mí y espero que ella siga la tradición.
En el mundo de Barbie los Kenes son parte de su vida, pero no parte fundamental, Barbie trata de que cada niña, adolescente y mujer se sienta bien consigo misma, siga sus sueños y procure lograrlos. La película hace una gran crítica a la diferencia del mundo ideal y del mundo real con el que Barbie se encuentra, donde el patriarcado (lo que impresiona a Ken) no deja surgir a las mujeres y donde los puestos más importantes los ocupan los hombres. No debemos temer la realidad, todavía hay una fuerte discriminación laboral y general hacia las mujeres.
Barbie sigue y seguirá conquistando a las niñas del mundo porque es un ícono cultural desde hace más de 60 años reflejando la sociedad que nos rodea. Barbie es mucho más que una muñeca, es una ventana a la cultura y la historia de la humanidad.
