Ni las palabras, ni los lectores, son inocentes
Un periodista tiene que saber que las palabras no son inocentes. Debe saber que son seres vivos que trepan por las paredes de la vida y de la muerte, que caminan a pasos de leyenda con intenciones capaces de hacer brotar agua fresca del estómago de las piedras, que pueden mostrar el universo de los […]