El buen pan
Claudio Ferrufino-Coqueugniot Ocho de la mañana. Duermen las vanidades, bien sabemos que no. Judas cuelga de la soga en alguna Jerusalén. Anotaba Else Lasker-Schüler: “Múltiple y rica soy, nadie puede cosecharme”. Me nutro de belleza mientras la cortina cerrada preserva la noche en la mañana. Pronto habré de salir pero no deseo terminar el sueño. […]