La narrativa breve vuelve a ser la protagonista del nuevo libro del periodista y escritor argentino. Se trata de 62 textos que tienen muchos puntos en común con sus dos trabajos anteriores en el género –Desperté en el bosque después de haber soñado un bosque y La medida de lo posible– en cuanto a la vocación de contar historias pero sin renunciar a una mirada poética que corra del eje aquello que damos por supuesto. Una invitación a encontrar en estas pequeñas piezas lo que supone toda buena literatura: el placer de leer como si alguien al oído nos devolviera a aquel momento irrepetible en que escuchamos «Había una vez…» y ya nada volvió a ser igual.