Manuel Serrano
Amor efímero
—Fue bonito mientras duro.
—Aunque muy corto.
—Es verdad, una lástima.
— A lo mejor podamos vernos otro día.
—Quizás.
—Te echaré de menos.
—Y yo a ti.
—Caja número siete, por favor —tronó una voz enlatada.
Orden judicial
Las dos familias se oponían a que estuvieran juntos. No les quedó más remedio que acudir al juzgado para que el juez dictara una orden de acercamiento.
En el restaurante
—¿Me pasas la carne de tu plato?
—¿Qué?
—La carne.
—Oye, es mi comida y además no te conozco de nada.
—Lo sé, solo era para comprobar si lo nuestro podía funcionar.
Estación de autobuses
Salió de la estación de autobuses cargado con varias maletas. Desorientado llegó a la parada de taxis. De repente, una hermosa mujer se abalanzó sobre él. No le quedó más remedio que dejar caer las maletas y sujetarla. Ella le buscó la boca, le mordió los labios. Él no se quedó atrás y recorrió su cuerpo.
—¿Te conozco? —dijo cuando pudo respirar.
—Seguro que no porque en ese caso no hubieras tenido un recibimiento tan efusivo.