Devin Beaulieu
Un tweet del capitalista multi-billonario Elon Musk el domingo 25 de Julio reinició la creencia de una teoría conspirativa que ha circulado en el internet después la caída del poder de Evo Morales en Noviembre 2019. La teoría es que detrás su resignación, después las protestas masivas en contra del fraude y la sugerencia del jefe militar Kaliman para resignarse, el llamado “golpe militar”, el motivo verdadero para sacarlo de la presidencia fue para garantizar el control capitalista sobre las reservas de litio en Bolivia por parte de un complot imperialista norteamericano.
La creencia que el litio fue el motivo secreto detrás la caída de Evo Morales es al final una teoría conspirativa sin fundamentos que salta sobre la realidad y el debate entre “fue golpe” o “fue fraude”. La teoría no solamente confunde los acontecimientos de Noviembre 2019 pero asombrosamente logra poner la realidad patas arriba. Irónicamente, la teoría fue inventada en la cuna del imperialismo, en Estados Unidos por observadores ignorantes de las realidades políticas y actores locales en Bolivia. La teoría conspirativa de litio sirve un fin ideológico que engañosamente entrega la voluntad del pueblo boliviano para defender sus recursos naturales a los aprovechadores políticos.
El Tweet Golpista
Para volver al tweet controversial de Elon Musk. Musk es un capitalista norteamericano quien hizo su fortuna inventando el servicio de pagos electrónicos PayPal. Ahora es uno de los hombres mas rico del planeta. Es un excéntrico tecnólogo quien usó su fortuna para crear una industria de autos eléctricos, Tesla. Musk también creo su propia agencia privada de cohetes espaciales para colonizar Martes, SpaceX. Mas allá, ha cultivado una imagen de celebridad y culto de personalidad como genio loco e inventor tecnológico.
Pero para la teoría conspirativa del litio lo importante, aparte de su celebridad, es que las baterías eléctricas que produce usan litio como material esencial. Otras empresas Europeas y Japonesas también usan litio para sus baterías pero la celebridad de Musk lo ha hecho el foco para los creyentes de la teoría conspirativa.
Uno de esos, el usuario de Twitter (@historyofarmani) respondió a Musk (@elonmusk), acusándolo de estar detrás de un golpe de estado en contra Evo Morales para tomar control del litio boliviano. Musk respondió de manera arrogante y desafiante, “¡Golpearemos a quien queramos! Aguántense”.
Su respuesta fue inmediatamente tomado como prueba de todo el complot, directamente por Evo Morales a través su cuenta de Twitter, declarando “¡Defenderemos siempre nuestros recursos!” y después circuló por los medios simpatizantes del partido el Movimiento al Socialismo, los diarios de Argentina, Telesur de Venezuela, y el periódico La Razón en Bolivia.
Esa no es la primera vez que Elon Musk hizo controversia con sus declaraciones públicas. En 2018 fumó un cigarro de marihuana con whisky en medio de una entrevista en vivo, que precipitó una caída de acciones de su empresa Telsa. Hace unos meses se nombró su hijo infante con la música Grimes “X AE A-XII” (como se pronuncia esta en duda). En su última entrevista con los New York Times, publicado el mismo día que su tweet, se desafió al actor Johnny Depp a una palea de “partido de jaula” sobre acusaciones que tuvo relaciones con la ex-esposa de Depp. Es decir, los dichos de Musk refleja mas su egomanía e irrespeto hacia otros que declaraciones serias. Su tweet fue una broma de mal gusto.
Mas bien, en términos políticos, su tweet refleja el nuevo antagonismo de Elon Musk con la izquierda progresista en Estados Unidos. Aunque su esposa se auto-identifica “socialista” y Musk ha sido un aliado del partido Demócrata en el pasado, la cuarentena del COVID-19 ha puesto a Musk en contra de la política progresista norteamericana. Cuando el gobierno liberal-progresista de California le prohíbo reabrir su fábrica Tesla por razones sanitarias, Musk declaró a la cuarentena “fascista” y prometió relocalizar su fábrica a la región conservadora Texas.
Con esta actitud caprichosa, no es sorprendente que Musk tomó la oportunidad para antagonizar a izquierdistas en EEUU, cuyos políticos populares apoyan a Evo Morales, como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez. En contexto, el tweet de Musk que respondió el usuario acusándolo del golpe fue una crítica hacia el plan del partido demócrata para un estímulo económico con bonos y beneficios para los desempleados.
En Estados Unidos, los términos ideológicos del debate sobre la cuarentena y COVID-19 son al revés que en Bolivia. Mientras en Bolivia la derecha esta a favor de una cuarentena estricta, en Estado Unidos es la izquierda. La derecha en Estado Unidos ha manifestado protestas en contra la cuarentena y los seguidores de Donald Trump proponen el tóxico dióxido de cloro como una cura milagrosa para el COVID-19, como el MAS en Bolivia. Si los masistas supieran que están alineados con los ultra-reaccionarios norteamericanos.
El Origen Gringo de la Teoría de Litio
Aunque la teoría de litio circula ahora en las redes del internet como un sentido común izquierdista, detrás tiene un origen intelectual que podemos conocer. Es un origen de la ignorancia con motivos ideológicos claramente definidos.
En Bolivia los seguidores de la teoría del golpe argumentaron que el motivo de las protestas en contra de Morales no era el fraude electoral pero mas bien era el racismo por parte de la derecha y los sectores élites, mientras en el extranjero sus simpatizantes buscaron un motivo económico. A través del sesgo de confirmación lo encontraron.
La teoría conspirativa de litio fue inventado por el sitio noticiero norteamericano de la izquierda Common Dreams. El escritor del sitio Eoin Higgins lo propuso por primera vez el 11 de Noviembre 2019.[1] El 12 de Noviembre, el historiador académico Vijay Prashad, director del Instituto Tricontinental de Investigación Social, publicó otro articulo en el mismo sitio avanzando la misma teoría.[2] Eoin Higgins y Vijay Prashad propusieron, observando Bolivia desde Estados Unidos, que la causa detrás la caída de Evo Morales fue la cancelación del contrato estatal con la empresa Alemana ACI Systems para explotar el litio del Salar de Uyuni para los próximos 70 años. Se observaron que el contrato fue cancelado una semana antes de su resignación. Bolivia tiene mas que dos tercios de las reservas mundiales del litio. Así, combinan el punto uno con el dos para inventar una historia.
Higgins y Prashad interpretaron sin criterio la cancelación del contrato como un paso hacia la nacionalización total y la industrialización del litio dirigido por el “socialista” Evo Morales. Supuestamente, este insulto para el capital internacional ya era demasiado, “el tuvo que irse” como explicó Prashad. Estos observadores hicieron la tesis de litio con ignorancia de los actores locales, sus demandas y las políticas de litio del gobierno de Evo Morales. Pero la historia sirve un fin ideológico.
La teoría de litio circuló primero en el mundo del idioma inglés, después en español, llegando al final en Bolivia, mucho después de los acontecimientos reales de Noviembre. Ya en el exilio en México, Evo Morales se dio cuenta de la utilidad de esta historia inventada y en una entrevista el 3 de Diciembre 2019 reiteró por primera vez que el litio fue motivo para un golpe de estado en contra de el.[3] La entrevista bastante amigable fue con el periodista norteamericano Glenn Greenwald, quien no le preguntó sobre evidencia o acusaciones del fraude electoral. Glenn Greenwald vive en Brasil y esta casado con un diputado del Partido de los Trabajadores brasileño, aliados políticos con MAS y Evo Morales.
El Mundo al Revés
Lo asombroso de la teoría conspirativa de litio no es tanto su simplonismo o vulgaridad ideológica, pero como se presenta los acontecimientos completamente al contrario de su significancia para los actores reales. Es un mundo al revés.
Como saben en Bolivia, la cancelación del contrato de explotación de litio en el Salar de Uyuni no fue hecho con la propia voluntad de Evo Morales, pero mas bien en su contra. Desde que su gobierno firmó el contrato con ACI Systems el comité cívico de Potosí (Comcipo) rechazó los términos del contrato y la distribución de las futuras rentas de explotación (Decreto Supremo 3738). Las demandas locales exigieron la subida de porcentaje de las rentas locales del 3 a 11% y garantías para industrializar el litio.[4]
Desde agosto 2019, Comcipo organizó protestas en contra del contrato, culminando en un paro regional en Potosí semanas antes de las elecciones generales el 20 de Octubre. Días antes de las elecciones, el gobierno públicamente defendió el contrato con la empresa extranjera en una carta dirigida al Comcipo y rechazó la demanda local para abrogar el decreto.[5] En realidad, Evo Morales era el defensor de los intereses transnacionales de capital.
Después las elecciones, cuando las protestas masivas en contra el fraude se convirtieron en un paro nacional, los potosinos efectivamente siguieron su paro de antes, mientras el Comcipo junto con demandas locales para la abrogación del decreto con demandas nacionales para la renuncia de Evo Morales. Ahora enfrentando una ola de protestas por todo el país, Evo Morales abrogó el decreto para tranquilizar a Potosí.[6] Su apuesta política no resultó y las protestas continuaron en Potosí. Morales renunció a la presidencia el 10 de Noviembre. En realidad, los manifestantes pidiendo la renuncia de Evo Morales eran el obstáculo para el capital internacional.
Si la historia de un golpe de litio por capitalistas internacionales se parece demasiado como la trama dramática de una película de Hollywood de James Bond es porque es. Es la misma trama de la película 2008 Quantum of Solace en que un empresario extranjero intenta promover un golpe militar en Bolivia para el control las reservas de agua. Por suerte hubo otro gringo para salvar a Bolivia de este complot. No estamos en el mundo de los hechos reales, pero la imaginación pura de la izquierda internacional sobre Bolivia. Dentro la teoría conspirativa, Bolivia y su gente son un simple objeto para proyectar sus fantasías ideológicas. Es un cuento chino que permite a la izquierda victimizarse sin reflexionar sobre su derrota.
Aparte de las demandas locales sobre la explotación de litio en Bolivia, el otro problema para sostener la teoría conspirativa de litio es que, a pesar de la magnitud de la reserva en el Salar de Uyuni, hasta ahora la factibilidad de su explotación no esta comprobado. El método de evaporación para su extracción, impulsado por el gobierno en los últimos diez años, es demasiado costoso para los bajos precios de litio en el mercado mundial.[7] El Salar de Uyuni tiene un contenido de magnesio demasiado alto. Todavía no están explotando litio en Bolivia para el mercado. Es decir, si Elon Musk realmente promovió un golpe de estado en Bolivia para controlar el litio, era una apuesta mal hecha y iniciativa comercial perdida. Los top productores de litio en el mundo son Australia, Chile, Argentina y China. Bolivia no entra en la lista.
Mientras que la izquierda internacional esta enfocada en teorías conspirativas sobre el litio para defender al “líder indígena” Evo Morales, la expansión extractivista del litio en Argentina y Chile es una amenaza actual para territorios indígenas.[8] Como señala Pedro Portugal Mollinedo, el reportaje internacional sobre la crisis política en Bolivia ha sido dominado por el romanticismo y mitos coloniales sobre la figura indígena.[9]
La teoría conspirativa de litio no solo pone la realidad patas arriba pero también distrae el análisis sobre los intereses económicos verdaderos detrás del gobierno interino de Jeanine Añez. No es secreto. Desde que entró al poder su gobierno ha avanzado los intereses de agroindustrias, liberando limitaciones de exportaciones, cubriendo sus deudas con créditos estatales y permitiendo los cultivos transgénicos. Son los mismos sectores de élites que Evo Morales hizo aliados de su gobierno, promoviendo la expansión agresiva de la frontera agrícola hasta llegar al desastre de quemar el bosque nativo de la Chiquitanía en 2019. Un hecho que se esta repitiendo en 2020.
El pensamiento colonial sigue dominante en la izquierda, proyectando sus fantasías de poder en países “subdesarrollados” como Bolivia, sea el salvaje noble en figuras como Evo Morales o leyendas negras sobre el imperialismo, con cero criterio basado en la realidad compleja y la experiencia vivida de los pueblos oprimidos. La teoría conspirativa de litio es otra muestra de esta mentalidad colonial. Si la izquierda sinceramente se quiere solidarizar con los condenados de la tierra, tiene que aprender como mirar detrás de estos espejismos.
Devin Beaulieu es antropólogo
[1] Higgins, Eoin. “Bolivian Coup Comes Less Than a Week After Morales Stopped Multinational Firm’s Lithium Deal.” Common Dreams, 11 Nov. 2019.
[2] Prashad, Vijay. “After Morales Ousted in Coup, the Lithium Question Looms Large in Bolivia.” Common Dreams, 12 Nov. 2019.
[3] Greenwald, Glenn. “Watch: Glenn Greenwald’s Exclusive Interview With Bolivia’s Evo Morales, Who Was Deposed in a Coup.” The Intercept, 16 Dic. 2019.
[4] “Bolivia’s Lithium Partnership with Germany’s ACI Systems Hits Snag.” Reuters, 4 Nov. 2019.
[5] “Gobierno Respondió a Comcipo Que No Abrogará El Decreto Supremo 3738.” El Potosí, 17 Oct. 2019.
[6] “Gobierno Abroga Decreto Del Litio Que Era Rechazado Por Comcipo.” Erbol, 4 Nov. 2019.
[7] Cuadros Paz, Alfredo. “¿Es Economicamente Posible La Extracción De Litio Del Salar De Uyuni?” Página Siete, 24 Jul. 2020.
[8] Morales Balcázar, Ramón. “Litio y Conflictos Socioambientales En Tiempos De Crisis: Una Oportunidad Para (Re)Pensar La Transición.” Observatorio De Inversiones Latinoamericanas, 18 Jun. 2020.
[9] Portugal Mollinedo, Pedro. “Evo Morales, Su Caída y Los Mitos De Occidente.” Pukara, Nº160, Dic. 2019.