Delirium tremens
Atraviesa la noche con dos ojos agudos que se pierden en la inmensidad del insomnio, insomnio que acaricia sus cabellos y le da de beber su vino, vino que calienta su cuerpo y fluye por sus venas en un viaje incesante hasta la cúspide de la inconsciencia, inconsciencia apacible que le obliga a divagar por un universo finito, de cuatro paredes en las que sus fotos cobran vida y la abrazan apasionadamente, asfixiando sus miedos, asfixiando las ansias, asfixiando el dolor, asfixiando…
(De La mitad de la niña)
Epítome
Y me encontré con la risa en la mañana.
Sin ganas ni intención,
Como quien ríe para abrirle heridas al miedo.
(De La mitad de la niña)
Limpieza
Perdóname por la densidad de pensamiento.
Y líbrame del infierno de los melancólicos.
(De La mitad de la niña)
Esencia de oruga/ ser mariposa
Lanza de hierro atraviesa las alas
Le duele el costado
Respira…aún, respira
Brevedad lejana
Translucida fuente
Valquiria de aire
Hermana de muerte,
Ráfaga de viento
Ilusión – memoria
Hoy soné de nuevo
Con ser mariposa.
(De La mitad de la niña)
(Tomado de Antología de la poesía Amazónica, de Homero Carvalho Oliva)
Kathia Simon. Trinidad, Beni, 1986. Poeta, compositora y artista audiovisual, ha publicado el poemario La mitad de la niña, Editorial El País, 2014.