La Colección World Young Writers anuncia el lanzamiento de un nuevo volumen. Se trata del libro de microrrelatos EL Zumo de las Piedras, del escritor español Manu Espada, radicado en Madrid.
Albricias Literarias
Una fogata, una cueva, una pequeña multitud y un anciano. ¿Acaso más de uno no relaciona esas imágenes con el deseo de aquellos miembros de una comunidad que se reunían en alguna noche estrellada, gozosos de que les contara alguna historia?
Las leyendas del pasado no solo entretenían sino también enseñaban. Ya sea en forma de cánticos, himnos, gestos, símbolos; o con figuras delineadas con ocre o talladas en piedra, dejando para la posteridad las historias personales, de familias o de pueblos enteros.
En las imágenes que representaban las grandes cacerías, de alguna manera los seres humanos se conectaban con los espíritus de la naturaleza a quienes agradecían por el sacrificio. La conexión entre lo sobrenatural y lo natural es una cualidad intrínseca de los seres humanos. Es mítica aquella visión de los infra o suprahumanos. Dioses y demonios, fuerzas benignas o malignas. Mitos que fueron transmitidos como guías trazadoras de destinos.
Las narraciones, ya sean cortas o un tanto largas, “contaban” algo. ¿No es acaso curioso que el término cuento se relacione con las matemáticas, en su sentido de contar o computar? Y es que, como en un ábaco, estas perlas narrativas se iban introduciendo en un hilo conductor que dirigía el sentido que se quería narrar. No contentos con describir historias reales al pie de la letra, los narradores, comprendiendo el resultado que causaban las historias, incorporaban efectos, ya por gestos o entonaciones de voz, que ponían en estado altamente emotivo a los escuchas. Fue menester incorporar técnicas que indujeran emociones, como la hipérbole que, añadida a una fértil imaginación, adicionaba a la narración de un efecto inolvidable. Tanto que algún oyente, años más tarde no dudaría en replicarlo, quizá para que sus nietos conocieran aquellas proezas de antaño que no eran dignas de quedar en el olvido, o simplemente para mostrar que el narrador fue partícipe de tales hazañas.
Se dice que el arte de contar historias es tan antiguo como el mismo ser humano. Así que nuestra afición por leer o escuchar historias está incorporado en nuestras venas desde hace miles o millones de años. No importa lo que cuente la vecina cuajaenredos o el autor de El Quijote, lo que importa es que la historia llame la atención o entretenga. En esto habrá arte o desatino. Bisoños o maestros. Chiquito de la Calzada o aquel amigo de juventud, de rostro famélico y nulo humor, que intentaba hacernos reír comenzando con la frase: “voy a contarles un chiste bien gracioso…”. Frase y actitud que nos hacía reír más que lo que contaba.
A veces lo mejor que nos pasa y muchas veces, lo peor, sucede en pocos minutos. Al igual que la vida se pierde en un minuto, uno se puede enamorar y quedar prendado toda una vida en apenas unos segundos, para dicha o desdicha del afectado. Recuerdo que una vez un amigo muy sabio me dijo: “Como la vida es corta, entonces vívela intensamente”. Grandes experiencias pueden suceder en pocos minutos, y esta debe ser corta, de mucha intensidad y sustancia. Porque en pocas líneas podría contener la historia de toda una vida.
Lo intenso es un placer que se concentra en un pequeño instante. Ya lo dijo Nietzsche: “El dolor dice: ¡Pasa! Mas todo placer quiere eternidad”. Un microrrelato es una gran historia concentrada en una minúscula narración, porque no solo es una historia corta, sino que además debe ser efectiva; debe tener el poder de transportarnos en unos segundos hacia paisajes insólitos, hacernos disfrutar de todo un acontecimiento, desde divertirnos hasta extasiarnos.
Julio Cortázar en Algunos aspectos del cuento decía que “La novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out”. En el caso del microrrelato el knock-out se da en el primer asalto. Claro está, si el que lo escribe o lo narra cuenta con la habilidad de conectar con el gancho que defina el triunfo o, caso contrario, su derrota. No debe sorprendernos. Si narrar un buen cuento o relato es ya tarea de la que muy pocos consiguen salir airosos. ¡Imagínense uno micro! Se necesita un vasto manejo de recursos literarios. Característica del que no está exento este libro.
Si tomara una de las ideas de nuestro autor para escribir un cuento, imaginaría a un artista que trabaja en un circo, quizá se enamora de la mujer barbuda, que hace proezas con un instrumento filoso y peligroso y que luego de varios años siendo la estrella principal termina cometiendo un grave error. Pero vaya, como dicen por ahí: “más pronto cae un hablador que un cojo”.
Veamos cómo logra el ingenio de Manu Espada describir en tan pocas palabras esta historia:
Accidente laboral
(redoble) ¡Con ustedes, el tragasables! (sirenas)
¡Estupendo!
No solo disfrutamos de estallidos imaginarios, sino también de quedar en el asombro ante finales tan inesperados.
Estoy seguro que la lectura de este libro otorgará cortos pero grandes viajes imaginarios y de seguro no pocos provocarán alguna que otra sonrisa. En esta vida tan ligera y cuyas actividades transcurren a toda prisa, una obra como la que se presenta, puede leerse disfrutando de un delicioso té en una tarde de sosiego, un fin de semana de descanso, o una noche calmada con el libro esperando que abramos sus páginas levantándola de la mesita de noche.
Estimado lector, seguro estoy de que disfrutará de estas albricias que nos obsequia el autor.
Harold Kurt
Reseña del escritor del libro
Manu Espada nació en Salamanca – España en 1974. Es Licenciado en Periodismo y Máster en Radio por RNE y Máster de Experto en el espectro autista. Ha publicado los libros El desguace, Fuera de Temario, Zoom. Ciento y pico novelas a escala, Personajes Secundarios y Petricor. Ha ganado varios galardones literarios, entre los que destaca la II edición del premio Relatos en Cadena, de la SER, y el concurso de la Revista Eñe. Forma parte del libro de Cátedra Antología del microrrelato español (1906-2011) El cuarto género narrativo, que recoge la historia del microrrelato en España. Además, ha escrito Las herramientas del microrrelato, un manual práctico de escritura creativa. El Zumo de las Piedras, de la colección World Young Writers es su primer libro publicado en Bolivia. El autor vive y trabaja en Madrid.