Tenemos que tener en cuenta en todo momento que no estamos luchando por la integración, ni estamos luchando por la separación. Luchamos por el reconocimiento… Por el derecho a vivir los seres humanos libres en esta sociedad.
Malcom X[1]
Yessika María Rengifo Castillo
En los escenarios históricos se han determinado a los estereotipos como mecanismos sociales que establecen el accionar humano. Un estereotipo que ha satanizado todos los cánones opuestos, a tal punto, que acude a prácticas como la violencia eje de “solución.” Violencia que ha segado la vida de hombres y de mujeres que generaron alternativas de asumir posturas críticas y propositivas de las naciones.
Recordemos que Gamarnik (2009), afirma que: el estereotipo funciona a modo de sistema cognitivo selectivo que organiza nuestro pensamiento. P.1. Organización que es válida, sin embargo, el instaurar estereotipos suele convertirse en un proceso que reduce y distorsiona la realidad, generando que el estereotipo no siempre sea positivo teniendo en cuenta que se omiten muchas características.
Se aclara todo esto porque una de las razas que más violencia ha presentado es la negra. Raza que presenta sus orígenes en las mezclas que se realizaron con españoles, indígenas y africanos en el continente hispanoamericano. Una historia que se estableció con la llegada de los conquistadores españoles, pero los africanos en condiciones de esclavitud. Una esclavitud que los posesiono en los sectores de servicios domésticos, la minería, la ganadería, la agricultura y toda labor de fuerza. En el caso de Colombia el concepto afrocolombiano se utiliza para denominar a los colombianos que provienen de personas traídas del África por comerciantes españoles, y que logran su libertad o abolición de la esclavitud en 1852 bajo el gobierno de José Hilario López[2] en la Nueva Granada.
En esa línea, los afrocolombianos son uno de los grupos étnicos más importantes de Colombia reconocido legalmente en la Ley 70 de 1993. A pesar de todo esto, se les sigue considerando como seres inferiores por la mentalidad impuesta desde el periodo colonial donde la melanina de la piel era todo como define Wade (1997) así:
En la preocupación obsesiva por el color y la condición social que caracterizaba a esta
sociedad de castas, sólo una cosa era segura: ser negro o indígena era malo. Ser rico era
útil pero inadecuado: entrar a las universidades, la iglesia o a la administración requería
pruebas de limpieza de sangre y cualquier herencia dudosa era un gran obstáculo.
Conforme a la verdad, después de 1783, la Corona podía por decreto otorgar una
“cedula de gracias” al sacar una limpieza real, un certificado de blancura, y desde 1795
esta licencia podía comprarse por cerca del doble del precio del esclavo de menor
calidad. P.40.
Lo anterior evidencia que ser negro, indígena y carente de recursos económicos en el siglo XVIII se convertía en una desgracia. Sin embargo, la sociedad del siglo XIX prefería carecer de una condición económica y no ser de color, porque realmente el proceso de abolición de la esclavitud culmina en 1852, pero se insiste, la elite del momento prefería estar en decadencia a que en sus venas corriera sangre de esclavo e “impura.”
Esto lo cuenta Wade (1997):
“En lo alto de la jerarquía, la élite política y económica se enorgullecía de su
“limpieza de sangre”, supuestamente libre de sangre negra (…)” P. 39.
Añádase a todo esto, que las practicas del racismo han contribuido a esos índices de violencia por ignorancia. Un concepto de ignorancia frente al desconocimiento a un tema determinado. Entonces, se acudirá a Van Dijk (2001), que expone al racismo como un compuesto de dos subsistemas que son el social y el cognitivo. El primero está compuesto por sistemas macro y locales. caracterizados por malos tratos y dominaciones de entidades y organizaciones dominantes. El segundo es el cognitivo que supone representaciones mentales socioculturalmente compartidas que por lo general enfocan a lo malo.
Lo que concluirá Giddens (2000), de la siguiente forma:
“El racismo es un prejuicio que se basa en distinciones físicas socialmente significativas. Por lo tanto, racista es aquel que cree que ciertos individuos son superiores o inferiores a otros en virtud de estas diferencias.” P. 5.
Esto indica que el racismo es una descalificación a lo desconocido por individuos carentes de conocimiento. Conocimiento que solamente podrá ser adquirido en ese proceso de interculturalidad. Es decir, un acercamiento a los sectores socioculturales del otro.
Con todo lo que se ha dicho, y lo contradictoria que es la vida misma, emergen voces negras cautivadoras que transcienden el mundo en sectores socioculturales como Aretha Frankil[3], Martin Luther King Jr[4]., Teresa Martínez de Varela[5], Jean Michel Basquiat[6], Toña la Negra[7] y tanta más, evidenciando que el color negro no puede ser tan dañino en un mundo que requiere patrones de educación continua para comprender que:
Todos los cuerpos del planeta, sean de la raza que fuera, son más o menos parecidos. Tienen pequeñas diferencias de tamaño y color, pero esencialmente la cabeza está encima de los hombros, la nariz, los ojos, la boca, el estómago y los pies están situados en el mismo lugar. El instrumento corporal es el mismo a través del mundo. Lo que difieren son los estilos e influencias culturales.
Peter Book[8].
No se puede finalizar, sin recordar, que la invitación es a seguir en mecanismos de reeducación como estrategia de cambios en un mundo tan fragmentado, pero con continuos llamados de que puede ser mejor.
Referencias bibliográficas
Gamarnik, C. E. (2009). Estereotipos sociales y medios de comunicación: un círculo
vicioso. Argentina. Question.
Giddens, A. (2000). Etnicidad y racismo. En: Sociología. Madrid. Alianza Editorial. Tercera edición.
Van Dijk, T (2001). Discurso y racismo. En: Persona y Sociedad. Chile. Editores Universidad Alberto Hurtado.
Wade, P. (1997). Gente negra, Nación mestiza: Dinámicas de las identidades raciales en Colombia. Bogotá. D.C. Editores Siglo del Hombre.
Cibergrafia
Imagen tomada de: https://archivoshistoria.com/el-sistema-esclavista-en-los-estados-unidos/
[1]Líder revolucionario de la minoría negra norteamericana. Era hijo de un pastor protestante y de una mujer mulata, nacida de la violación de una negra por un hombre blanco; durante su infancia sufrió los continuos traslados de residencia de su familia, huyendo de las agresiones de grupos racistas, que culminaron con el asesinato de su padre en 1931.
[2] Fue un militar y político colombiano, presidente de la República de la Nueva Granada entre 1849 y 1853..
[3] fue una cantante estadounidense de soul, R&B y góspel. Apodada «Lady Soul» (la Dama del Soul) o «Queen of soul» (la Reina del Soul), fue la máxima exponente de dicho género, y una de las más grandes transmisoras de góspel de todos los tiempos, así como una de las artistas más influyentes en la música contemporánea.
[4] Fue un pastor y activista estadounidense de la Iglesia bautista1 que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del movimiento por los derechos civiles para los afroestadounidenses y que, además, participó como activista en numerosas protestas contra la guerra de Vietnam y la pobreza en general. Por esa actividad encaminada a terminar con la segregación estadounidense y la discriminación racial a través de medios no violentos, fue condecorado con el Premio Nobel de la Pazen 1964. Cuatro años después, en una época en que su labor se había orientado en especial hacia la oposición a la guerra y la lucha contra la pobreza, fue asesinado en Memphis, cuando se preparaba para asistir a una cena informal de amigos.
[5] Fue una mujer polifacética, principalmente escritora, poetisa y maestra afrocolombiana. Fue una de las primeras mujeres en Colombia en publicar obras literarias. Incomprendida y a menudo imposibilitada para publicar, Martínez dejó muchos manuscritos inéditos a la fecha de su fallecimiento. Durante muchos años se la conoció solamente como la madre del destacado músico y compositor Jairo Varela, fundador de la orquesta de salsa Grupo Niche. Redescubierta en 2009, cuando Úrsula Mena Lozano publicó su biografía, algunas de sus obras fueron luego recogidas en una antología publicada por el Ministerio de Cultura en 2010. Hoy en día es considerada una de las voces pioneras en la incorporación de la identidad africana en Colombia al panorama literario del país y una de las principales intelectuales de su época.
[6] Fue un artista estadounidense de ascendencia haitiana y puertorriqueña de un alto prestigio en el mundo de la pintura conocido cono Samo.
[7] Fue una cantante y actriz mexicana de origen haitiano por parte de su abuelo paterno. Fue famosa por sus interpretaciones de los boleros y las canciones tropicales del compositor Agustín Lara, quien la consideró «la más grande cancionera de todos los tiempos», por su «estilo personalísimo», «la fuerza de su expresión y el terciopelo de su garganta privilegiada».
[8] Profesor, escritor y director de teatro y cine inglés, director de «El señor de las moscas» (1963), «Marat/Sade» (1967), «Rey Lear» (1971) y autor de «El espacio vacío» (1968), «La puerta abierta» (1995) y «Más allá del espacio vacío» (2001).