Maurizio Bagatin

Un desordenado caos o un perfecto pleonasmo. Mucho simbolismo por no decir nada, es la visionaria síntesis, casi insuperable, que logró dejarnos Christopher Isherwood: “Grande ritos que ocultaban la falta de espiritualidad. Mucho oro y poca elegancia. Mucha fiesta y poca diversión”.

En Bolivia hay artistas que ganan premios internacionales y aquí quedan en el olvido, desconocidos o casi. Nadie es profeta en su patria. El arte entra en los círculos o muere y “el desierto crece”. En las redes sociales desfila el afiche de la XV Feria internacional del libro de Cochabamba, Valoramos la cultura a través de la lectura…

No iremos a deconstruir el caos, lo Kitsch o el Camp, el perfecto desequilibrio de sus símbolos. No es de fácil lectura, parece un día de Kancha adonde solo lo que realmente no existe, no lo vas a lograr encontrar. Allá la mina de oro es real. En estos días leeremos el programa, mientras nos queda este ominoso quilombo, el triunfo de lo feo, hubiera sentenciado Umberto Eco.